Actividades

12 ¿Quién entrará en el búnker?

Esta actividad consiste en poner en juego personajes muy diversos y plantearles una situación crítica que los llevará a tener que tomar decisiones complejas. Su decisión conjunta se deberá tomar en función de los valores de cada uno que no siempre coincidirán. También entraran en juego los estigmas y los prejuicios que nos pueden hacer variar enfoques.

Área temática. Contenido que trabaja

Reconocimiento de las diversidades.

Número de participantes

Mínimo 10 personas y máximo 15 personas. Si los participantes son demasiados, si hay suficientes monitores a la hora de hacer la actividad, se pueden dividir los participantes en grupos, y hacer de cada grupo una actividad de bunker diferente.

Destinatarios

Adolescentes (entre 14 y 18 años).

Espacio recomendado

Indiferente.

Duración aproximada de la actividad

1 hora aproximadamente. Se puede alargar dependiendo del marco en el que se realice y de la dinámica que se genere.

Tipo de actividad

Juego de roles. Se puede llevar a cabo tanto en el marco de una actividad en el centro de ocio educativo como en una excursión o actividad de verano.

Objetivos

  • Tener conciencia de los estigmas y prejuicios que utilizamos.
  • Fomentar habilidades comunicativas.
  • Desarrollar el pensamiento crítico.
  • Reconocer las diversidades.

Desarrollo

  1. Fase previa: previamente al inicio de la actividad, el equipo dinamizador elaborará distintas tarjetas con personajes, tantos como participantes, en las que constará una definición del rol, algunos aspectos positivos y algunos aspectos negativos del personaje (véase ejemplos en material de soporte).
  2. Presentación: Al iniciar el juego se explicará que estamos inmersos en una guerra y que está previsto un bombardeo en breve y que debemos refugiarnos. El problema es que en el búnker que tenemos a disposición sólo caben la mitad de las personas que forman el grupo. Una vez todos están sentados en círculo, se dará una carta de personaje a cada participante de forma aleatoria. Cada uno leerá su carta y pensará durante unos minutos cómo debe interpretar su personaje. Es importante destacar a los participantes que su rol es secreto hasta el final de juego, que se compartirán y que en ningún momento debe enseñar la carta.
  3. Juego de roles: Durante el juego, cada participante tendrá que adoptar el rol que le ha tocado e “interpretar” su personaje. Los objetivos individuales de cada persona serán: 1) Cumplir lo que pone en la tarjeta. 2) Ser uno de los elegidos para entrar en el búnker. El grupo tendrá entre 15 y 20 minutos para discutir acerca de quién debe o no debe entrar en el búnker, ya que tiene plazas limitadas y sólo pueden entrar la mitad de los participantes. En dicho plazo de tiempo, cada personaje tendrá que usar sus puntos positivos para crear argumentos a favor de su salvación. Y antes de que acabe el tiempo, el grupo debe haber seleccionado a los participantes que se han de salvar.
  4. Debate final: Tomada la decisión de quién entra y quién no en el búnker, todos los participantes explicarán su personaje y los aspectos positivos y negativos que tenían. Fijarse en los puntos negativos (especialmente de las personas que se han escogido) ayudará a entender qué clase de personas realmente han sido salvadas y entran en el búnker. Esto tiene como objetivo ver si dentro del búnker se han salvado personajes contrapuestos (por ejemplo: un niño y un maltratador de menores).
    Se hará también una reflexión final en la que podrán explicar cómo se han sentido durante la actividad, qué estrategias se han utilizado para convencer a los demás y si están de acuerdo con la solución final, etc.
    El debate se puede concluir con reflexiones sobre la diversidad y los estigmas y prejuicios que genera.

Material

  • Tarjetas de los roles con la información adecuada.

Evaluación

A partir de la reflexión final, cada persona dice una o más palabras con las que se queda de su experiencia durante la dinámica. 

También se comparten los aprendizajes que se han hecho sobre estigmas y prejuicios.

Adaptaciones

Si el número de participantes es elevado, se pueden dividir los participantes en distintos grupos y hacer en cada grupo la actividad prevista. 

Si el grupo es grande, también se puede repartir a los y las participantes entre los distintos personajes (por ejemplo. dos o tres personas por personaje) y hacer varias representaciones, y en cada una que intervenga una de las personas del subgrupo. En este caso también se puede incorporar un pequeño tiempo para que el subgrupo comparta y prepare el personaje conjuntamente.

Otra adaptación de la actividad sería que para cada personaje en vez de concretar sus aspectos positivos y negativos, se definieran unas características concretas de comportamiento y un objetivo a conseguir durante el juego.

Material de apoyo

Algunos ejemplos de personajes que se podrían establecer como roles: 

  • Niño/a que padece acoso.
  • Persona recién llegada.
  • Persona sintecho.
  • Adolescente encerrado en su habitación y su música y juegos.
  • Mujer que se dedica a la prostitución.
  • Persona con muchos recursos.
  • Niño/a con autismo.
  • Universitaria enganchada a distintos tipos de droga.
  • Actor famoso, pero que últimamente pierde la memoria.
  • Persona con movilidad reducida.
  • Y tantos otros como podáis inventar.

Ejemplo de tarjetas que se podrían elaborar:

Roles

Bibliografía