Uno de los aspectos más destacables de la LOPIVI es la necesidad de establecer los protocolos, mecanismos y otras medidas para la creación de espacios seguros i protectores. Según recoge la misma Ley en su artículo 3: “Se entenderá como entorno seguro aquel que respete los derechos de la infancia y promueva un ambiente protector físico, psicológico y social, incluido el entorno digital”. Esta actividad quiere favorecer que los NNA se planteen cómo consideran que debería ser un lugar para que sea un espacio seguro y protector.
La música ofrece oportunidades diversas como medio para analizar las características de un espacio seguro y, también, de explorar formas alternativas de expresarse y de transmitir una opinión. Así, se aprovechará este lenguaje artístico para profundizar en la temática.
Área temática. Contenido que trabaja
Seguridad, autoconocimiento y mejora del entorno y contexto del menor.
Número de participantes
Mínimo 10, máximo 50.
Destinatarios
Participantes desde 6 a 16 años.
Espacio recomendado
Indiferente.
Duración aproximada de la actividad
Una hora y media.
Tipo de actividad
Utilización de la música. Se puede llevar a cabo en contextos de centros educativos, actividades de verano o actividades programadas en el ocio y tiempo libre dirigido.
Comenzamos por explicar la dinámica. Se agrupa a los participantes en parejas o tríos en función de las necesidades del grupo.
Cada grupo realizará una lista con las características que para ellos/as debe tener un espacio seguro. La lista constará de entre cinco y diez características. Cuando hayan acabado se compartirá con el grupo y entre todos/as se creará el concepto espacio seguro y las características que debe tener para serlo. El monitor/a las irá apuntando todas en una cartulina grande o una pizarra para que esté presente durante toda la actividad.
Cada pequeño grupo o pareja tendrá que elegir una canción que les evoque, les recuerde o les haga sentir un espacio seguro.
Tendrán unos veinte o veinticinco minutos para debatir las propuestas y preparar la canción y una presentación para explicar al resto del grupo por qué han elegido esa canción y qué características mencionadas anteriormente contiene. Se les animará para que la presentación sea lo más interactiva posible: bailes con la canción elegida, dibujos, dramatizaciones, juegos con los compañeros/as o todo lo que se les ocurra.
Se concluirá la actividad con un compromiso de mantener las características, elegidas por ellos y ellas, que debe tener un espacio seguro en el grupo durante todo el curso de forma que creemos un espacio seguro para todos/as las integrantes.
Al final de la actividad se hará una puesta en común para compartir las impresiones sobre la actividad y sobre cómo construir espacios seguros y protectores.
Los indicadores a tener en cuenta en el momento de evaluar son:
Se pueden añadir diversas variantes a la actividad en función de la edad de los participantes y en función de su relación con el concepto de espacio seguro. El tiempo también deberá adaptarse al nivel del grupo y a sus características.
Con los mayores se puede introducir la posibilidad de que los grupos creen sus propias canciones, letras y músicas para expresar los contenidos de los espacios seguros. O también que cambien letras de canciones conocidas poniéndoles letras alrededor de los contenidos tratados.
Bibliografía: