“Durante mucho tiempo me he sentido como si viviera dos vidas distintas: por un lado, está la vida que todo el mundo ve y, por otro lado, la que solo yo veo”. Con estas palabras arranca el sobrecogedor monólogo Confesiones de un cómico deprimido, que el monologuista canadiense Kevin Breel protagonizó cuando tan solo tenía 19 años con el fin de visibilizar públicamente la problemática de la salud mental, especialmente entre jóvenes y adolescentes. El vídeo, en el que Breel explica cómo convive a diario con esta segunda vida (“la de alguien que lucha intensamente contra la depresión”), es una de las charlas TED más vistas de la historia y acumula ya más de 4 millones de visualizaciones.
El éxito del monólogo le impulsó a convertirse en un joven activista con el objetivo de poner el foco sobre la necesidad de romper el tabú alrededor de los problemas de salud mental. Gracias a su sincero, emotivo y humorístico enfoque sobre esta problemática y a sus dotes de orador, Breel ha sido llamado a impartir charlas en las universidades más prestigiosas del mundo, y también ha escrito varios libros, como sus elogiadas memorias Boy Meets Depression, en las que se adentra en las partes más turbias de su infancia y narra con honestidad sus momentos de luz y también los de oscuridad, como por ejemplo sus recurrentes pensamientos suicidas.
Ha sido uno de los embajadores de la campaña Bell Let’s Talk, que tiene el objetivo de acabar con los prejuicios alrededor de las enfermedades mentales, y también ha recibido distintos premios y reconocimientos a su activismo social. Recientemente, la revista Parade situó al joven en su lista de “Milenials más influyentes del mundo”, junto a figuras como Mark Zuckerberg.