28.09.22
¿Qué impronta deja en la vida personal y profesional la experiencia de ser monitor y monitora de ocio? ¿Qué huella dejan en el camino de la vida de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a quienes acompañan? Éstas son algunas de las preguntas que se responden en el libro “Ser monitor y monitora. El entusiasmo y el compromiso en el ocio educativo” de la Fundación Pere Tarrés (Plataforma Editorial, agosto de 2022).
“La experiencia vivida como niños, niñas, adolescentes o haciendo de monitores nos ha ayudado a muchos a ser más personas, respetuosos con el otro, con la naturaleza, comprometidos, responsables, gente de paz, reflexivos, abiertos a lo trascendente. Nos ha hecho crecer en grupo. Algunos, gracias a esta experiencia, ocupan con responsabilidad sitios determinados en la sociedad”, explica Josep Oriol Pujol, Director General de la Fundación Pere Tarrés, en el prólogo de la publicación.
Para poder realizar este recorrido sobre la figura de los monitores y monitoras, el libro cuenta con el testimonio de trece personas de procedencias geográficas, edades y trayectorias diferentes que han educado en el ocio o lo están haciendo actualmente. Entre ellas, hay voces reconocidas como el meteorólogo Tomàs Molina o el doctor Eduard Estivill.
Además, esta obra coral teje un relato sobre el papel del monitor y la monitora en la conformación de la personalidad, los valores y la vida de muchas personas, ya que, a menudo, se convierten en referentes de los niños, adolescentes y jóvenes que acompañan. También muestra cómo estos y éstas generan los espacios idóneos para que los niños y niñas gocen de su infancia a la vez que crecen como personas.
Pero más allá de esto, el libro también narra las habilidades y competencias que adquieren tanto los niños y niñas como los monitores o monitoras que participan en actividades de ocio educativo. “Ser y hacer de monitor o monitora, sea en un entorno de ocio o de escultismo, deportivo o cultural..., es a menudo la puerta de entrada a todo este mundo de nuevas oportunidades y de despertar talento de muchos niños en un humanismo crítico y comprometido, al valor más genuino de la educación para potenciar a las personas de forma integral”, expone Rafael Ruiz de Gauna, director adjunto de la Fundación Pere Tarrés en la introducción del libro.
En esta misma línea, concluye: “Podemos afirmar que el ocio educativo contribuye significativamente a ser, saber hacer y saber convivir con otros y con el planeta en una realidad que cada vez más reclama estas dimensiones y por la que es necesaria de toda la sociedad, y en especial de las políticas públicas, que deben optar o dar valor a todas las aportaciones que puede hacer”.
La Fundación Pere Tarrés es la mayor entidad de ocio educativo de Cataluña. En 2021, formó más de 2.200 monitores y monitoras de ocio educativo a la vez que estos jóvenes acompañaron a alrededor de 45.000 niños: 30.417 en actividades de verano y 14.076 en espacios mediodía o actividades extraescolares.