Pere Tarrés i Claret nació en Manresa el día 30 de mayo de 1905 y moría en Barcelona el día 31 de agosto de 1950.
En solo 45 años, ejerció un trabajo profesional y de apostolado intenso y fecundo en los tres campos importantes de su vida: la medicina, el liderazgo de jóvenes cristianos y el sacerdocio.
De 1926 a 1939 se distinguió como médico y profundo conocedor de la naturaleza humana. Supo establecer fácilmente la conexión entre el cuerpo y el espíritu, valorando siempre a las personas, a las cuales trataba con gran humanidad. Durante la Guerra Civil actuó en calidad de médico de campaña con el ejército republicano, atendiendo a numerosos heridos entre los que había los de las terribles batallas de Valadredo y el Ebro, donde las trágicas circunstancias y la precariedad de los medios disponibles hicieron de su acción como médico una actuación heroica.
Entre los años 1931 y 1936 fue dirigente de la Federación de Jóvenes Cristianos de Catalunya (FJOC), donde realizó un trabajo riguroso de liderazgo y de formación de responsables en actos de concienciación y encuentros de militantes. A causa de esta militancia, fue perseguido durante la época de ejecución de sacerdotes en Barcelona y tuvo que permanecer escondido durante un año.
¿Por qué una facultad universitaria, un centro de formación, una red de casas de colonias, centenares de servicios sociales y educativos llevan el nombre de Pere Tarrés? ¿Quién era esta persona que da nombre a la Fundación? ¿Hablamos de un empresario rico que dio dinero para una obra social? ¡En absoluto! Nos referimos a un joven cristiano, como un monitor de hoy, líder de un movimiento del que nos sentimos herederos, que vivió de manera ejemplar, se dio a los demás y murió de cáncer a los cuarenta y cinco años, en la clínica para enfermos de tuberculosis que havia fundado en el edificio alquilado donde en la actualidad existe la sede social de la Fundación Pere Tarrés, en la calle Numància de Barcelona.
En sus escritos en la revista Flama encontramos los exponentes de los ideales de la FJOC, que eran, también, sus ideales y los que sabía transmitir a los jóvenes. En sus glosas se puede descubrir el conjunto de valores humanos y cristianos que él proponía de manera inteligente, con pasión y grandes dotes para la comunicación.
El Dr. Pere Tarrés fue ordenado sacerdote en mayo de 1942 y aceptó con gran humildad y espíritu de servicio todas las funciones sacerdotales que le encargaron. Fue vicario de Sant Esteve de Sesrovires y allí trabajó en la renovación del aspirantazgo de Acción Católica.
Siempre supo unir la oración y la acción. Así, encontramos en él una vida extraordinariamente dinámica, llena de un sentido de transcendencia y de un gran entusiasmo y confianza que encomendaba a todos aquellos a los que trataban.
El año 1947, juntamente con su amigo el Dr. Gerard Manresa, médico especializado en infecciones del aparato respiratorio de gran fama y competencia, fundó la Clínica Sanatorio de la Mare de Déu de la Mercè que se instaló en el edificio que, actualmente, es la sede de la Fundación Pere Tarrés y que curó a muchas personas de familias sin recursos afectadas por la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas.
En año 1949 fue nombrado consiliario de la Escuela Católica de Asistentes Sociales donde también ejerció de docente.