Los programas de participación infantil se ven traducidos en consejos de participación, que siguen una lógica de proceso participativo o bien de órgano estable de participación en el municipio. Así pues, en los procesos participativos se elige un tema, se realiza un diagnóstico, se elaboran propuestas de mejora o cambio y se presentan a los responsables municipales.
La participación infantil, transformada en consejos de niños/as o adolescentes, tiene un doble objetivo. Por un lado, un objetivo político, con el que se busca una incidencia real sobre las políticas municipales a través de la implicación de los niños/as del municipio en la toma de decisiones. Y por otro, un objetivo educativo, con el que se busca la construcción y el asentamiento de una realidad para que desde la infancia se pueda hacer efectivo el derecho a la ciudadanía activa.