La cátedra de Ocio Educativo y Acción Sociocultural trabaja varias líneas de interés, entre las que destacan:
Ocio, acción sociocultural e inclusión social
Garantizar un acceso igualitario al tiempo libre y a la acción sociocultural, tanto en términos económicos como teniendo en cuenta la diversidad (cultural, funcional, entre otras) es un aspecto relevante que se convierte, todavía a día de hoy, en un reto para nuestras sociedades. El no disponer de recursos económicos no debería ser un motivo de exclusión a estas actividades y propuestas. Algunos elementos que emergen como esenciales son la información sobre este tipo de servicios y actividades a todas las familias de los barrios, mediante las escuelas, los servicios sociales y los servicios médicos, así como establecer coordinaciones y espacios para compartir información entre profesionales y educadores del tiempo libre y la acción sociocultural que faciliten el trabajo con niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales. También, en relación con el acceso de personas adultas y personas mayores a las actividades de tiempo libre educativo y acción sociocultural, éste es un reto en el que hay que seguir trabajando, ofreciendo programaciones con criterios de diversidad y adaptación a diferentes públicos y situaciones económicas, sociales y culturales.
Ocio, acción sociocultural y desarrollo de la cultura
Las prácticas socioculturales y de tiempo libre están relacionadas con una gran cantidad de proyectos socioeducativos y culturales, así como de servicios que buscan la mejora, el progreso o el crecimiento de alguna dimensión personal y, a menudo, también colectiva de la ciudadanía. Por otra parte, también se desarrollan acciones orientadas a la prevención de situaciones de riesgo y exclusión. Investigaciones y estudios recientes constatan el interés y la necesidad de legitimar la praxis sociocultural entendida como parte fundamental del proceso recuperador e identificador de la comunidad o como un instrumento para dar respuesta a las problemáticas socioeducativas emergentes. Por eso, es necesario continuar desarrollando estudios y evaluaciones que permitan evidenciar las contribuciones de los programas y actividades de tiempo libre y acción sociocultural para la mejora de la calidad de vida de las personas y de las comunidades.
Ocio, acción sociocultural e infancia y adolescencia
En el marco de la infancia y la adolescencia, el tiempo libre y la acción sociocultural se convierten en espacios privilegiados para la socialización y para el desarrollo humano. La práctica pedagógica ha evidenciado el valor del tiempo libre como contexto especialmente significativo para la experimentación, la construcción de aprendizajes para la vida, la vinculación interpersonal y la relación comprometida y responsable con el entorno. El tiempo libre permite el empoderamiento de los niños, niñas y adolescentes porque facilita el aprendizaje de competencias para la vida, les ayuda a desarrollar su sentimiento de pertenencia, impulsa su incorporación a la vida comunitaria y asociativa, a la vez que los anima a asumir compromisos cívicos, sociales y medioambientales. A pesar de que investigaciones existentes han evidenciado dichos beneficios, este espacio educativo todavía no cuenta con un amplio reconocimiento social por parte de las administraciones públicas, las familias y las redes de agentes profesionales que intervienen educativamente con la infancia y la adolescencia. Es en relación con este aspecto que es necesario seguir avanzando en investigaciones y estudios que aporten evidencias sobre el valor y la importancia que tiene para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes participar en estos espacios, investigaciones que permitan que las administraciones y las sociedades acerquen el tiempo libre y la acción sociocultural a todos los niños, niñas y adolescentes.
Ocio, acción sociocultural y juventud
Existen programas, recursos y equipamientos de tiempo libre y acción sociocultural dirigidos específicamente a la población juvenil. Son espacios donde la autogestión y la participación son ejes clave, puesto que les permite ser protagonistas y poder tomar decisiones sobre la utilización del tiempo libre a partir de sus intereses. Hacen falta investigaciones y prácticas validadas científicamente que trabajen sobre el empoderamiento y la participación juvenil dentro del ámbito del tiempo libre, especialmente en lo que se refiere a programas de tiempo libre juvenil, en los centros de jóvenes, en los equipamientos municipales de juventud, en el asociacionismo y en los medios de comunicación. Esta temática es de especial relevancia para construir discurso, debatir e incidir políticamente para el desarrollo de una oferta y de una programación que responda a las necesidades e intereses diversos y adaptados a los jóvenes de nuestra sociedad.
Ocio, acción sociocultural y envejecimiento activo
En las sociedades contemporáneas el imaginario sobre la gente mayor ha estado ligado a miembros de la sociedad jubilados, con una mentalidad poco flexible, y en un estado de lenta decadencia física y mental. Contrario a esta percepción, la creciente población de personas mayores presenta una enorme diversidad y, debido a los avances de la ciencia, incluye una parte de la población creciente y con muchas posibilidades de actividad. De ahí que, empezando por los países asiáticos, la vinculación del tiempo libre educativo con los colectivos de personas mayores ha sido un campo de creciente interés por parte de la investigación, que ve en este colectivo nuevas formas de interacción social y de pleno crecimiento relacionadas con el tiempo libre educativo. El campo se consolida, así, como un área prometedora de investigación y innovación.
Ocio, acción sociocultural y familias
El tiempo libre educativo y recreativo tiene una relación directa con los lazos familiares. Se trata de una de las fuerzas más importantes para desarrollar relaciones sanas y cohesionadas entre padres e hijos. Este campo de investigación conoció un notable desarrollo en la década de los setenta y de los ochenta. En los años noventa la investigación se decantó sobre todo hacia el tiempo libre en entornos naturales y de riesgo, y a partir del nuevo milenio se ha centrado también en los cambios sufridos en las estructuras familiares y la necesidad de desarrollar, mediante el tiempo libre educativo, aspectos como la gestión del cambio y la cohesión social. El campo sigue siendo uno de los aspectos primordiales de la investigación sobre el tiempo libre educativo en el mundo a nivel mundial.
Epistemología e internacionalización del ocio educativo
Durante décadas, la investigación sobre el tiempo libre educativo se había centrado en los modelos anglosajones y europeos. Sin embargo, durante las últimas dos décadas, la aportación y evolución de la investigación sobre tiempo libre educativo en América Latina, Oriente Medio, Asia y algunas zonas de África demuestran el potencial transnacional de la investigación sobre el tiempo libre educativo. El amplio desarrollo del tiempo libre educativo a nivel mundial abre la posibilidad y la necesidad de crear redes de colaboración para poder compartir experiencias, evidencias, perspectivas y buenas prácticas del tiempo libre socioeducativo a nivel internacional, generando la posibilidad de una investigación comparativa que recoja y analice evidencias y tendencias de los retos e innovaciones en este campo.
Ocio, interculturalidad e inmigración
La atención al desarrollo integral de las personas migrantes constituye uno de los retos de las sociedades multiculturales, en las que el tiempo libre educativo presenta múltiples posibilidades. Dadas las pocas evidencias y estudios que se encuentran sobre este campo, que requiere una fundamentación esmerada y continua, se abren numerosas posibilidades de investigación y de innovación en esta área que vincula el ideal de la sociedad intercultural, el tiempo libre y los colectivos migrantes.
Ocio, competencias académicas y empleabilidad
Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que participan en espacios de tiempo libre y acción sociocultural adquieren una serie de competencias que no siempre reciben el reconocimiento social y profesional, por eso este tema necesita de respuestas operativas que otorguen valor a estas prácticas como, por ejemplo, promover la acreditación de competencias profesionales que ponen en valor los aprendizajes alcanzados en los entornos de voluntariado. En un momento como el actual en el que el emprendimiento, sea social o empresarial, es una realidad cada vez más presente, el tiempo libre y la acción sociocultural son espacios excepcionales de experimentación para asumir riesgos y probar formas distintas de hacer las cosas, con autonomía, pero también con el acompañamiento de los educadores. También hay que seguir avanzando en el reconocimiento de las competencias académicas y de empleabilidad alcanzadas en los contextos de tiempo libre y acción sociocultural, mediante la realización de evaluaciones y prácticas basadas en evidencias que muestren el valor educativo y profesional que estas experiencias producen en los niños, niñas y adolescentes que participan en este tipo de actividades.