Transformar el modelo actual de justicia social, en sentido amplio. En un sentido estricto, promover un modelo de justicia que enfatice una visión reparadora.
Objetivos estratégicos
Influir en la sociedad y, concretamente, en la política criminal.
Establecer una red nacional e internacional de conocimiento.
Ofrecer al alumnado de ciencias sociales y humanidades formación específica.
Objetivos instrumentales
Favorecer la investigación interdisciplinaria, que ayude a una visión de conjunto: equipos de trabajo que combinen conocimientos tradicionalmente ligados a la práctica social con otros más vinculados con la academia (interdisciplinariedad entre derecho, filosofía, trabajo y educación social, etc.) para conseguir una mayor aplicabilidad de los resultados.
Promover un debate social que ponga el énfasis en la introducción de obligaciones por parte de los actores socialmente más poderosos: estado, empresa, entidades, etc.
Evaluar programas, modelos de trabajo y prácticas que ayuden a identificar, medir y cuantificar resultados de cara a mejorar los procesos de acción social.
Participar en el espacio público y privado para visibilizar a los más perjudicados por nuestro modelo de justicia y dar a conocer los nuevos modelos como el propuesto por la justicia restaurativa.
Potenciar los procesos restaurativos y las medidas alternativas a la prisión (y evaluar las ventajas que suponen): víctima, ofensor y sociedad deben tener un papel activo en la resolución de conflictos.