El movimiento de defensa de la justicia restaurativa nació en Estados Unidos al final de los años setenta y, pocos años después, cruzó el Atlántico y se empezó a implantar en Europa.
Actualmente existen programas de justicia restaurativa en todos los sistemas de justicia juvenil europeos, a pesar de que en la jurisdicción penal de adultos es más restringida y sólo se ha implantado en algunos países como Alemania, Bélgica y los Países Escandinavos.
Sin embargo, podemos afirmar que la práctica de la justicia restaurativa es ya una realidad y no una simple quimera.
La justicia restaurativa se basa esencialmente en tres principios:
Las prácticas restaurativas más habituales son la mediación, el conferencing o family conferencing, los círculos de apoyo o los encuentros restaurativos, aunque también existen prácticas más informales.