COMPROMISO EDUCATIVO Y SOCIAL
BLOG FUNDACIÓN PERE TARRÉS
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Marta Requeno
Consultora social y formadora
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06.04.21
Cada vez más empresas se animan a realizar actividades y programas de voluntariado para las personas trabajadoras. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Una acción comunicativa, una estrategia reflexionada? ¿Puede el voluntariado corporativo jugar un papel significativo dentro de la sociedad, las personas trabajadoras y la propia empresa? El voluntariado es un recurso humano que tiene la capacidad de aportar un valor significativo a las personas beneficiarias, trabajadoras y a la empresa. Con este artículo se quiere reflexionar sobre estas preguntas y cómo el voluntariado puede ser una inversión con un impacto positivo sobre las corporaciones y el entorno y algunas recomendaciones para su desarrollo.
El programa de voluntariado corporativo agrupa el conjunto de acciones de voluntariado que una empresa pone a disposición de sus trabajadores. Con éstas se quiere dar respuesta a retos sociales de la mano de entidades sociales del territorio. El voluntariado corporativo tiene la capacidad de contribuir a generar aspectos positivos y de impacto en tres ejes clave como son: las personas trabajadoras, la empresa y la sociedad.
La acción social vinculada a actividades de voluntariado corporativo colabora en la construcción del reconocimiento tanto a nivel interno como externo de la empresa. Es pues una vía para posicionarse como un agente socialmente responsable, construir su reputación de marca e incluso sumar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel de corporación.
Las tendencias actuales muestran que las empresas cada vez más deben tener un papel activo en el desarrollo y cuidado del entorno y de las personas más allá de la actividad profesional y productiva que llevan a cabo.
Este posicionamiento es relevante, ya que las personas trabajadoras dan una mayor importancia a vincularse laboralmente a empresas socialmente responsables y comprometidas con el medio ambiente y la sociedad. Este compromiso social se encuentra definido en una estrategia global de Responsabilidad Social Corporativa y es un activo para la captación de talento y personas.
El voluntariado corporativo puede ser una herramienta para retener y mejorar la vinculación de las personas con la empresa, más allá de su lugar de trabajo y tareas. Un programa con un enfoque adecuado debe servir para generar unos espacios informales para potenciar un clima laboral saludable, construcción de equipos y las relaciones humanas.
El desarrollo de acciones de voluntariado puede servir también como una herramienta práctica para el trabajo de competencias y habilidades. En el acompañamiento a personas se requiere de unas competencias que se ponen en práctica, se refuerzan y amplían capacidades. El ejercicio de voluntariado es una herramienta para probar y certificar competencias y potenciar el desarrollo de la carrera profesional.
El voluntariado que llevan a cabo las empresas debe revertir en el territorio cercano con el objetivo de fortalecer vínculos con el entorno y contribuir a potenciar la red del territorio y a su dinamismo. Otro aspecto destacado es poner a disposición de las entidades el conocimiento y experiencia de la empresa que capitalizan las personas voluntarias para construir conjuntamente y trabajar sobre las necesidades.
Los programas de voluntariado corporativo presentan beneficios significativos pero también retos o aspectos a tener en cuenta a lo largo del proceso. Desde la experiencia de la Fundación Pere Tarrés acompañando a empresas y fundaciones corporativas a desarrollar los planes de voluntariado y el desarrollo de programas, creemos que no hay fórmulas mágicas pero sí algunas recomendaciones.
Por un lado, cómo se conceptualiza el programa de voluntariado. Cada empresa debe construir su marco de trabajo, construir un discurso propio y coherente con su estrategia global y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta vinculación con su línea de trabajo y una visión de futuro es lo que ayudará a que el programa tenga un mayor potencial y visibilidad.
Otro aspecto clave es la forma en la que se construye el programa de voluntariado. Éste debe ser relevante para la dirección de la empresa pero si se tienen en cuenta más voces de dentro de la empresa este hecho puede tener un efecto multiplicador. Esta vinculación hecha por medio de una consulta más amplia, puede recoger más voces que aporten una visión heterogénea, enriquecer y vincular de forma efectiva y duradera a las personas al programa.
En el desarrollo del programa de voluntariado es importante construir las acciones con las entidades sociales, generando sinergias y acciones que contribuyan de forma positiva a las personas usuarias. El acompañamiento a las personas voluntarias para potenciar su papel, hacer seguimiento de las necesidades y fomentar relaciones de equipo.
La evaluación de la contribución social es otro aspecto en el que hay que incidir, valorar cómo las acciones llegan a las personas y cómo se ayuda a transformar su realidad a través de la acción de voluntariado.
El voluntariado corporativo es un recurso y una oportunidad con potencial para dinamizar a las personas trabajadoras, potenciar sus capacidades y trabajar de la mano con el territorio. A la vez que se construye el papel social y responsable como empresa.
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