COMPROMISO EDUCATIVO Y SOCIAL

La movilidad entre el Personal de Administración y Servicios de las universidades (PAS) nos permite hacer transferencia de conocimientos y aprender de las competencias de otros compañeros para incorporarlo posteriormente a nuestras instituciones. En este sentido, el programa europeo Erasmus + está destinado a desarrollar varias actividades e iniciativas, enmarcadas en las denominadas Acciones Clave (Key Actions en inglés) en los ámbitos de la educación, la formación, la juventud y el deporte en el periodo 2014-2020. Dentro de este marco, los bibliotecarios somos unos profesionales muy activos y hay muchas “internationals week for librarians” en todo Europa. Este año tuve la oportunidad de asistir al encuentro de bibliotecarios que ofrecía la Universidad de Liubliana en Eslovenia, con el título: Academic libraries' support for open science in the European Research Area, donde entre todos los profesionales asistentes, había gente de 11 países diferentes, hemos compartido nuestros conocimientos sobre el tema y hemos aprendido cuál es la situación actual en el horizonte del programa marco H2020.

Durante mi estancia tuve la oportunidad de conocer el movimiento Open Acces (Acceso Abierto). Se trata de un movimiento internacional que se aprovecha de internet para poner al alcance de la sociedad el conocimiento resultante de la investigación hecha por los investigadores para que beneficie el desarrollo de la ciencia y la sociedad. El libre acceso a los recursos digitales derivados de esta producción científica sin barreras económicas o restricciones derivadas del copyright es el objetivo general de este programa de la Unión Europea que engloba a toda la comunidad investigadora, pero también a la comunidad bibliotecaria, implicándolos en qué rol tienen que desarrollar cada uno de ellos. Tenemos que encontrar un equilibrio entre los editores de recursos digitales, entender cuál es el motivo de por qué un investigador decide publicar su conocimiento y conseguir que este conocimiento esté al alcance de la sociedad con acceso libre, sin que nadie salga perdiendo. Las estrategias a seguir son diversas y países como Alemania ya llevan tiempo hablando con los distribuidores para abaratar unos costes demasiado elevados que las propias universidades no pueden asumir y para garantizar que la producción científica no quede sólo accesible para unos cuántos. La implementación de normativas a nivel europeo que faciliten el intercambio de datos también es clave dentro de este proceso.

La experiencia de compartir con compañeros otros países, de ver como trabajan y de compartir entre todos lo que cada cual puede aportar, nos abre un mundo de posibilidades que después podemos trasladar a nuestras universidades. Como bibliotecaria, aprovechar estos espacios de reflexión y aprender de los otros, es una experiencia muy gratificante.