EDUCACIÓN SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL

BLOG DE LA FACULTAD PERE TARRÉS

Cómo innovar en el sector social

Cómo innovar en el sector social

Maria Tereza Leal
Antigua vicedegana de Investigación y Relaciones Internacionales en la Facultad Pere Tarrés - URL
Ver todos los artículos

27.09.17

El en sector social estamos constantemente llamados a responder a demandas sociales fruto de nuevas realidades sociales. Los modelos de intervención social y las respuestas de la administración pública parecen insuficientes o inadecuadas frente a los retos sociales contemporáneos. En este sentido, existe una creciente preocupación, en el sector social, acerca de su capacidad de innovación social, entendida esta como el conjunto de actividades y servicios innovadores motivados por el objetivo de atender a necesidades sociales cambiantes y que son predominantemente desarrollados y difundidos por organizaciones de propósito social. Diferentes fórums abordan el tema, se ofrece formación y se valora la creatividad y la capacidad de emprendimiento del sector.

Pero, ¿cuándo es necesario innovar en el sector social?

Las innovaciones son necesarias cuando hay un grado de empeoramiento de los problemas, cuando los sistemas no están funcionando o cuando las instituciones reflejan más los problemas del pasado que los problemas presentes (Mulgan,2007). Un buen ejemplo es la seguridad social, organizada y estructurada para responder a la protección social necesaria hace 40 años, pero incapaz de contestar a nuevas dinámicas demográficas y laborales.

Otro factor que impulsa la innovación es la percepción de una brecha entre aquello que existe y aquello que debería existir, entre aquello que las personas necesitan y aquello que se les ofrece (Mulgan,2007). Esta brecha se agudiza con la emergencia de nuevas tecnologías y con el avance del conocimiento científico. Es ilustrativa la atención a la dependencia - los avances tecnológicos del sector, como la domótica y los sensores de cuidado, no reducen la brecha de la atención, pero sí hacen más evidentes las situaciones de inequidad en el acceso a esos cuidados especializados. En el mismo ámbito, los avances de la medicina aumentan los años de vida, pero hacen que los gastos de salud asociados a la cronificación sean insostenibles.

¿En qué ámbitos son más necesarias las innovaciones?

Los ámbitos con mayor déficit de innovación son aquellos que presentan nuevas necesidades sociales que no se pueden atender fácilmente desde los modelos tradicionales. Se pueden citar algunos, como la creciente diversidad, que exige nuevos modelos de convivencia y prevención de conflictos. También se pueden referenciar los problemas derivados del consumo, como la obesidad, las adicciones tecnológicas, la drogodependencia y aquellos derivados de la difusa frontera entre la juventud y la adultez, en entornos precarios e inestables. Se podría mencionar aún la necesidad de nuevos modelos penitenciarios, en el que juega un papel importante la Justicia Restaurativa. Se suman el envejecimiento poblacional, la cronificación de los problemas de salud, las necesidades relativas a nuevas formas de participación y representación política y por supuesto, el cambio climático con todo lo relacionado con la reorganización de las ciudades, sistemas de transporte y viviendas.

¿Y cómo se innova en el sector social?

Se sabe que la innovación no tiene por qué ser fruto de una inspiración única, un momento de eureka o un insight particular de un individuo (Murray et al., 2010). La innovación puede ser gestionada, apoyada y promovida; de ahí los programas de formación en esos temas.

Por otro lado, los procesos creativos no generan innovación si se pierde de vista el trabajo de implementación y difusión. El proceso de innovación implica en una serie de pasos, que no son del todo ajenos al sector social. Una primera etapa, por ejemplo, es la Inspiración y el Diagnóstico - se enmarca el problema y se identifican las necesidades -, proceso para el cual trabajadores y educadores sociales están particularmente preparados. Otras etapas se refieren a la generación de ideas, al modelado de prototipos, a la implementación, la difusión y el seguimiento de un cambio sostenible.  Para todo eso existen mil metodologías y técnicas para potenciar el pensamiento creativo y la operacionalización de innovaciones sociales. Pero, en el sector social, a diferencia del sector tecnológico o industrial, tenemos la tendencia de pensar la innovación social a partir de una visión inmediatista, emprendedora, de operar cambios en los procesos de trabajo o en modelos de intervención que pronto solucionen las nuevas demandas, obviando que las innovaciones derivan de una fuerte inversión en investigación y desarrollo. Es saludable que el sector sea ágil en innovar, creativo y flexible, pero un cambio sistémico no se sostiene con una visión de la innovación desconectada de la importancia de la investigación, de la evaluación sistemática y de las evidencias científicas. No existen atajos a la innovación. Está intrínsecamente vinculada a la investigación – diagnósticos rigorosos, contraste de hipóte-sis, generación de modelos, ensayo, error, evaluación, análisis, discusión, difusión. Todos esos pasos sustentan las etapas del proceso de innovación y permiten avanzar en nuevos modelos de intervención consistentes.

Sabemos que el sector social no tiene tradición en investigación ni las inversiones propias del sector tecnológico. Pero urge fomentar una cultura de investigación, que apueste por un modelo de ciencia e innovación ajustado a la realidad del sector social. Es el momento de reivindicar el carácter científico de nuestras profesiones. Gana relevancia el papel de la universidad y de los grupos de investigación, al servicio de la generación de conocimiento y de la transferencia tecnológica. Una posibilidad es buscar alianzas con grupos de investigación social que puedan ofrecer apoyo a los procesos de innovación del sector. Pero hay otra.

Es hora de hacer másters, producir tesinas, proponer estudios pilotos, revisar conceptos, cuestionar teorías, modelar, testar, evaluar y por qué no… ¡hacer doctorados! Volver a la universidad no solo por sumar títulos para una inserción laboral de éxito, sino, fundamentalmente, para buscar respuestas e innovar. Preguntas sin contestar hay a montones. Elija una. Referencias Mulgan G.(2007). Social innovation: What it is, Why it matters and How it can be accel-erated. Skoll centre for social entrepreneurship. Working paper. Oxford Business School. Murray, R, Caulier-Grice J, Mulgan G (2010). The Open Book of Social Innovation. The Young Foundantion, London.

Comparte el artículo

Etiquetas

ONL