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26.04.22

La irrupción de la pandemia de la Covid-19 y la posterior crisis socioeconómica ha agudizado las desigualdades sociales, la pobreza y la dependencia. En este contexto, el sector social es un sector emergente y estratégico en Cataluña, y disponer de las competencias de los profesionales para cubrir las necesidades de bienestar social y personal es más importante que nunca para minimizar esta situación. De ahí la importancia creciente de los estudios universitarios de educación social y trabajo social como los que ofrece la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés de la Universidad Ramon Llull. Un informe de esta Facultad determina precisamente que en el mercado laboral existe una necesidad creciente de estas profesiones, por lo que la inserción laboral de los graduados y graduadas en estas disciplinas es muy alta, de un 87,6% globalmente.

Por grados, la tasa de ocupación del grado de Educación Social es del 87,5%, mientras que en el caso de Trabajo Social es del 87,9%. De las personas encuestadas que actualmente no están trabajando, sólo un 1,1% está en paro y un 7,9% está estudiando. Se trata, además, de una inserción laboral muy ajustada a los estudios realizados por estas personas: el 79,6% de los graduados y graduadas en Educación Social trabajan en la educación social, mientras que el 58,6% de graduados y graduadas en Trabajo Social lo hacen en su disciplina. En el caso de los nuevos profesionales del trabajo social que no han encontrado trabajo en su especialidad, un 16% están trabajando precisamente como educadores y educadoras sociales que disponen de la doble titulación. Muchas de estas personas ya trabajaban en esta disciplina y por estabilidad económica y laboral por el momento no buscan empleo en el Trabajo Social.

En relación a la situación contractual, el 33% de las personas tituladas tienen un contrato temporal, mientras que el 28% disponen de un contrato indefinido. El 38% restante tiene alguna otra tipología de contrato, principalmente contratos de sustitución o de obra y servicio. El 57% de los encuestados hace jornada completa.

Las Fundaciones, fuentes más comunes de contratación

En cuanto a la tipología de centro en el que trabajan los titulados, los más comunes son las Fundaciones (50%), seguidos de la Administración pública, con un 19,64%. Con menor porcentaje, siguen las asociaciones (14,2%), las empresas (8,9%) y las cooperativas (7,1%).

Velando por los colectivos más vulnerables

Entre los ámbitos de intervención por tipología de servicio, en el caso de los graduados en Educación Social predominan los centros residenciales de infancia y adolescencia, centros abiertos y centros de acogida. En relación con el ámbito de intervención, los educadores sociales tienen mayor presencia en el campo de la infancia y la adolescencia, seguido por los ámbitos de juventud y medicación y resolución de conflictos.

En cambio, en el caso de los graduados en Trabajo Social, los espacios más habituales en los que acaban trabajando son las residencias de personas mayores y, en cuanto a los ámbitos de intervención, los más representativos son personas mayores, servicios de salud e infancia y adolescencia.

En sus respectivos campos de actuación, las funciones más comunes que desarrollan los trabajadores sociales son la atención a las familias, el acompañamiento diario y labores de coordinación. En el caso de los educadores sociales, sus funciones están enfocadas al acompañamiento diario, la realización de actividades y talleres y la orientación laboral y académica.

Agilidad en el proceso de búsqueda de empleo

Los estudios que ofrece la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés-URL se complementan con prácticas en varios centros. Actualmente, la Facultad dispone de convenios con más de 310 centros de prácticas y más de 170 entidades sociales. Del total de encuestados, el 55% trabajan en el mismo ámbito en el que realizaron las prácticas universitarias.

La facilidad en la búsqueda de un puesto de trabajo también queda reflejada con el tiempo que tardan los graduados y graduadas en encontrar un trabajo. De las personas encuestadas, cerca de la mitad ya tenían trabajo antes de terminar sus estudios (exactamente, un 46,4%), ya sea a tiempo completo o a tiempo parcial. El 8,9% tardó menos de un mes en conseguir el trabajo actual después de graduarse, el 16% entre 1 y 3 meses y el 26,7% entre 4 y 6 meses. Como síntesis, el 71,4% de los encuestados ya estaban trabajando tres meses después de haberse graduado.

La principal vía de inserción laboral en ambas disciplinas es internet, seguida de las prácticas de estudio. La vía de los contactos se convierte en el tercer medio para conseguir trabajo.

Satisfacción con la formación universitaria recibida

La valoración de la formación recibida durante la carrera por parte de los y las estudiantes sigue siendo positiva y se sitúa en un 7,75 sobre 10, superando la valoración de anteriores informes. En esta línea, el 85% de las personas tituladas volverían a elegir la misma carrera si tuvieran que empezar de nuevo, y el 67% repetirían en la misma universidad. De las personas que no repetirían la Universidad, un 79% no lo haría por motivos económicos. Por otra parte, el 89% de las personas que han respondido a la encuesta creen que la formación recibida es adecuada a la realidad profesional que se encuentran al acceder a un puesto de trabajo. Por último, la satisfacción de los alumnos encuestados en esta edición también es positiva en cuanto al puesto de trabajo, con una nota de 7,79 sobre 10, mayor puntuación que el año pasado.

Más de 25 años al servicio de la educación

La Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés - URL cuenta con más de 25 años de experiencia impartiendo los estudios de Educación Social, lo que avala esta titulación como una profesión consolidada y con amplio reconocimiento social. La Facultad ha sido pionera en la puesta en marcha de estos estudios y está ubicada en las primeras posiciones de numerosos rankings universitarios. Cerca de un millar de estudiantes de Educación Social y Trabajo Social se gradúan cada año.

La Facultad tiene la voluntad de contribuir a la construcción de una sociedad más justa y cohesionada a través de la investigación rigurosa, la transferencia de conocimiento y la formación de las personas.