19.06.24
La necesidad de reformar una legislación obsoleta que no responde a las actuales necesidades sociales del país planeó hoy durante la celebración del Foro Social Pere Tarrés. La síndica de greuges de Cataluña, Esther Giménez-Salinas, ha protagonizado la 89ª edición del espacio de debate y reflexión de la Fundación Pere Tarrés, y lo ha hecho con un llamamiento contundente a reformular la actual legislación y el sistema de protección de la infancia: “Tenemos un sistema antiguo. Es el momento de reformar y repensar el sistema de protección de menores; si no lo hacemos ya, habremos perdido.”
Giménez-Salinas ha empezado explicando que hasta el año 2000 se hicieron buenas leyes en España y en Cataluña, pero pensadas exclusivamente para la población autóctona y que no sirven para un país “mucho más diverso y que ha pasado de ser un país de 6 millones a uno de 8”. Por eso, la síndica ha considerado urgente una reforma para atender a la infancia pero también, globalmente, las necesidades sociales actuales del país, que han cambiado: “No creo en la bondad de las personas, debemos garantizar por ley que no haya discriminaciones. Hay miles de cosas que sólo se harán si las hacemos obligatorias.” Unas leyes, además, que no estén sujetas a los cambios de color político del gobierno de turno: "Necesitamos un modelo con vocación de permanencia y con impacto a largo plazo, no un nuevo modelo cada año y medio", ha dicho.
La necesidad de una reforma legislativa ha sido uno de los grandes ejes de su intervención. El otro ha sido la justicia restaurativa. A lo largo de su trayectoria, Giménez-Salinas ha estado muy vinculada al mundo universitario como rectora de la Universidad Ramon Llull y posteriormente, como directora de la cátedra de Justicia restaurativa impulsada por la Facultad Pere Tarrés, la primera en todo el Estado. Y precisamente ha recogido los aprendizajes adquiridos en esta última etapa para reivindicar este modelo alternativo a la justicia penal convencional: "Si el infractor no supone un peligro para la sociedad, lo mejor para la víctima es siempre una reparación." En este sentido, ha reclamado a las administraciones públicas que asuman más a menudo sus errores como vía de resolución de conflictos: "La administración es incapaz de pedir disculpas", se ha quejado.
Durante su intervención, Giménez-Salinas ha explicado la labor del organismo que dirige, que recibe cada año 23.000 quejas, la mitad referentes a políticas sociales, sobre temas como el acceso a la vivienda, las discriminaciones o la situación de la infancia. En este sentido, ha apostado por apoyar a las familias como unidad básica de apoyo al niño, ya que a menudo las quejas que llegan al Síndic, incluso las relacionadas con situaciones de negligencia, están muy relacionadas con las dificultades económicas y sociales. Con el objetivo, siempre, "de evitar que el principal perjudicado acabe siendo el niño o niña".
En el ámbito universitario, la síndica se ha mostrado partidaria de “reformular las carreras para que los trabajadores sociales y los educadores sociales aprendan más derecho, y también la forma en que se hace la ayuda a las personas más vulnerables, o en su defecto, los ciudadanos dejarán de confiar en nosotros”. Por último, ha concluido la ponencia con un llamamiento al optimismo y a no dejar de lado “valores intangibles” como la humanidad, la solidaridad o la equidad: “Sólo desde el compromiso personal podemos tener algo de optimismo. Somos cada uno de nosotros que con nuestra pequeña aportación podremos cambiar las cosas.”
El Fórum Social Pere Tarrés es una comida-conferencia-coloquio con más de 15 años de trayectoria. Durante todo este tiempo se ha consolidado como un espacio de reflexión y debate plural en temas de acción social que reúne periódicamente a representantes del ámbito social, político, educativo, académico, institucional o económico. Por el Fórum han pasado personalidades como ministros, presidentes de la Generalitat o el presidente del Parlamento Europeo, entre otros expertos y expertas.