13.09.23
Tradicionalmente, la historia ha situado el papel de la infancia y la juventud en un segundo plano. A menudo, los poderes públicos no han tenido en cuenta la opinión de esta franja de edad a la hora de diseñar sus políticas ni tampoco se les ha considerado siempre un agente social activo de pleno derecho. Desde la Fundación Pere Tarrés reiteramos la importancia de que los niños y niñas puedan participar activamente de la construcción de las sociedades e intervenir en las políticas que les afectan directamente, al igual que en los diferentes proyectos educativos y sociales que desarrollamos siempre ponemos al niño/niña en el centro. Por eso la Fundación ha lanzado una nueva campaña de sensibilización que quiere visibilizar y poner en valor el papel de la infancia y la juventud en la transformación social.
Cada inicio de curso la Fundación Pere Tarrés pone en marcha una campaña centrada en concienciar a la ciudadanía sobre una causa diferente y este año el tema es la infancia y la juventud como motor de cambio social y de activismo. Así, bajo el nombre #InfantsActivistes, la Fundación dará a conocer cada mes, entre septiembre y agosto de 2024, la figura de un niño, niña o joven que ha impulsado cambios sociales en ámbitos como el cambio climático, el derecho a la educación, la inclusión, la paz o la salud mental. Los 12 niños, niñas y jóvenes que protagonizarán la campaña son Malala Yousafzai (Pakistán), San Francisco de Asís (Italia), Abraham Keita (Liberia), Cristina Paredero Morato (España), Emma González (Estados Unidos), Ida B. Wells ( Estados Unidos), Ruby Bridges (Estados Unidos), Kevin Breel (Canadá), Olivia Mandle (Barcelona), Greta Thunberg (Suecia), Ayakha Melithafa (Sudáfrica), Fatimata Mbaye (Mauritania) y Artemisa Xakriabá (Brasil).
Uno de los materiales centrales de esta campaña anual es un calendario escolar en formato papel y digital que desde hace varios años se envía a escuelas, centros de esplai, centros socioeducativos, bibliotecas y otros espacios educativos. Más allá de ser un instrumento de planificación del curso escolar, el calendario tiene una voluntad pedagógica. Así, el calendario irá explicando la historia de cada uno de estos niños y la situación en el ámbito global y local de la causa que han defendido.
Además, el contenido de sensibilización mensual irá acompañado de propuestas educativas, ideadas por un equipo de docentes, formadores y pedagogos de la Fundación Pere Tarrés y dirigidas a niños/niñas de primaria, a jóvenes de secundaria y a familias, para fomentar valores en la aula, en el centro de esplai o centro socioeducativo o en casa y concienciar sobre temas tan de actualidad como el cambio climático, la preservación del planeta, la inclusión, la paz o los derechos de la infancia. También se facilitan recursos digitales y propuestas diversas relacionadas con cada una de las reivindicaciones.
En septiembre, por ejemplo, la campaña explica la historia de la activista pakistaní y Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, tiroteada por el régimen talibán cuando sólo tenía 15 años por posicionarse públicamente por el derecho de las niñas a la educación. Una historia que sirve para poner el foco en los derechos de la infancia. Porque, a pesar de que en las últimas décadas se han logrado importantes avances en el incremento de las tasas de escolarización y en la igualdad de acceso a la educación, 57 millones de niños y niñas en todo el mundo no están todavía escolarizados, según Naciones Unidas. La historia de Malala va acompañada de tres fichas pedagógicas que pretenden sensibilizar a los niños y jóvenes sobre las dificultades que tienen muchos escolares de todo el mundo para acceder a la educación, romper estereotipos entre los participantes y explicar la evolución de los derechos educativos según la sociedad y generación.
La Fundación Pere Tarrés destina cada año su campaña anual a sensibilizar sobre una causa social distinta. En cursos anteriores, el calendario ha puesto sobre la mesa cuestiones como: cómo el ocio contribuye a las competencias educativas de la infancia, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para mejorar el planeta antes del año 2030, los derechos de los niños recogidos en la Convención sobre los derechos del niño aprobada en 1989 o la divulgación de las aportaciones de la mujer a lo largo de la historia, con el objetivo de generar referentes femeninos en el imaginario de las nuevas generaciones.