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14.02.23

La crisis económica y social causada por dos años de pandemia, por el aumento de los precios de la energía y la cesta de la compra y por las consecuencias de la guerra de Ucrania ha generado nuevas necesidades sociales. Los datos globales lo evidencian: cerca de un 33% de los niños y jóvenes de Cataluña vive en situación de pobreza, mientras que la cifra de población general en esta situación roza el 26%, según la reciente Encuesta de condiciones de vida del Instituto de Estadística de Cataluña. Desde la Fundación Pere Tarrés hemos podido constatar también cómo en estos tres años de crisis sucesivas se ha generado un nuevo perfil de vulnerabilidad: los centros socioeducativos de la Fundación que atienden cada tarde a niños y jóvenes de familias en riesgo social han aumentado las listas de espera, y un 30% de las familias que el pasado verano solicitaron becas para que sus hijos e hijas pudieran participar en actividades de ocio educativo como casals o colonias nunca lo habían hecho antes.

Esta nueva configuración social ha generado nuevas necesidades y requiere también de nuevos perfiles profesionales orientados al servicio de los cuidados de colectivos muy diversos y con capacidades para atender una emergencia social creciente: integradores e integradoras sociales en las escuelas y en los institutos, educadores y educadoras en equipamientos residenciales, trabajadores/as familiares, equipos de mediación intercultural y comunitaria, profesionales expertos en el acompañamiento laboral... De ahí que la Fundación Pere Tarrés haya decidido ampliar su oferta formativa para mejorar el acompañamiento de los niños/as y las familias con más necesidades sociales, con la voluntad de convertirse en un centro de referencia en la formación del sector social, junto con la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés. La entidad ha abierto la inscripción para dos nuevos ciclos formativos que se impartirán a partir del próximo mes de septiembre y que permitirán profundizar en la capacitación de los profesionales que trabajan en el sector de los cuidados y en el acompañamiento de personas en situación de vulnerabilidad, con una orientación muy práctica, en contacto desde el primer momento con las organizaciones que ofrecen estos servicios y con docentes en activo en el sector. Las formaciones ofrecen metodologías activas, aprovechando la tecnología y partiendo de necesidades y situaciones concretas para su abordaje.

Son los estudios superiores en Educación Infantil y en Integración Social, que, según datos de la Generalidad de Cataluña, se sitúan en el segundo y tercer lugar en el listado de titulaciones de formación profesional más demandadas en Cataluña. Son también dos ejemplos de la alta salida laboral que tienen las formaciones oficiales que ofrecen competencias a los profesionales que trabajan en el cuidado de las personas, una necesidad creciente de la sociedad como herramienta de bienestar individual y comunitario y de crecimiento económico y social. En el primer caso, la titulación en Educación infantil permite acompañar a la primera infancia y en particular en la inclusión de niños con discapacidades, en situación de riesgo social o de familias con dificultades económicas. En el caso de la formación en Integración Social, proporciona a los profesionales el conocimiento necesario para atender a las necesidades de colectivos en situación de vulnerabilidad, como personas en situación de pobreza, dependencia o sin hogar.

Crece la demanda laboral de profesionales en el acompañamiento a la persona

El alto interés por este tipo de titulaciones responde a las nuevas necesidades sociales, que en los últimos años han hecho crecer exponencialmente la demanda de profesionales cualificados para acompañar a niños, jóvenes y familias en dificultades sociales. De hecho, el informe Inserción laboral de las enseñanzas profesionales 2021 de la Generalitat asegura que los ciclos formativos de formación profesional que conforman la familia de lo que se llama Servicios Socioculturales y a la Comunidad (entre los que están incluidas las dos titulaciones mencionadas) tienen una inserción laboral del 54,4%, es decir, más de la mitad de quienes los estudian encuentran trabajo en alguna de estas ramas laborales.

Por otra parte, los perfiles más técnicos y especializados que ofrecen las titulaciones de formación profesional tienen mucha cabida en el mercado. Según datos del informe "Una nueva Ley de FP para unos nuevos tiempos", la demanda de formación profesional ha aumentado este 2022 un 16% respecto al año anterior, y se calcula que una de cada cuatro oportunidades laborales que se generarán en el Estado hasta 2030 será para titulados de FP.

27.000 alumnos formados en acción social en la Fundación Pere Tarrés

Además de golpear a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad, el actual contexto de crisis ha puesto en valor el papel de los trabajadores y trabajadoras de la acción social y ha situado el foco en la necesidad cada vez más imperiosa de formar y capacitar adecuadamente a estos profesionales.

La capacitación y profesionalización de los equipos de personas que trabajan en los distintos campos de la acción social es desde hace años un pilar central de la misión de la Fundación Pere Tarrés. En 2021, más de 27.000 alumnos se formaron en los 1.100 cursos organizados por la entidad en diversas áreas de la acción social, y los programas de formación profesional que desarrolla el centro de formación de la Fundación Pere Tarrés llegan anualmente a miles de personas.

La Fundación Pere Tarrés es, a la vez, una institución educativa y formativa (que ofrece ciclos formativos y también estudios de grado y posgrado a través de su Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés vinculada a la Universidad Ramon Llull) y una entidad social que combina la formación con la intervención, de la que se benefician anualmente más de 345.000 personas.