16.03.18
Los niños suelen vivir la experiencia de marchar de colonias como un momento mágico. Para los más pequeños suele ser la primera noche que duermen fuera de casa sin la madre ni el padre. En las colonias vivirán unos días llenos de aventuras y conocimientos que constituirán una de las experiencias más enriquecedoras de su infancia.
Los compañeros y los maestros, en el caso de las colonias escolares, o bien los monitores, en el caso de las colonias organizadas por los centros el esparcimiento, son agentes esenciales en una colonia, pero no los únicos. El éxito recae también en profesionales como los administradores de la casa de colonias, que se ocupan de buena parte de los trabajos relacionados con la estancia de grupos, escuelas, colectivos y familias como la comida, la limpieza, el mantenimiento; así como de tareas comerciales, buscando ofertas en las actividades próximas a la casa.
Desde la Fundación Pere Tarrés hemos querido dar a conocer a Magda Frigola, que ha sido el alma de la casa de colonias Santa Maria del Roure en Cantonigros durante los ocho años que ha trabajado como administradora. El reportaje es un reconocimiento a su trabajo, a menudo poco visible, que contribuye a que el compromiso educativo y social de la Fundación Pere Tarrés sea una realidad.
Magda, el alma de "Cantoni"
Magda Frigola nació en el barrio barcelonés de Sant Antoni y pasaba los veranos en el Esquirol, el pueblo del que depende Cantonigros. Apasionada de la naturaleza, desde pequeña tenía claro que no viviría en la ciudad. De mayor decidió trasladarse a vivir en el Esquirol, donde una de sus primeros trabajos fue de ayudante de cocina en la casa de colonias de Santa María del Roble, que hacía poco que acababa de poner en marcha. Casi dos décadas después, y ya madre de tres hijos, se convirtió en su administradora.
La profesión de administradora de casa de colonias es un trabajo clave para las entidades de ocio. Magda la define como "un trabajo muy peculiar, porque no entiende de horarios ni de fechas. Estás en todas partes, tan pronto limpias, como haces macarrones, como hablas con el fontanero ". Y añade: "Me dicen Magyver". El perfil multidisciplinar de Magda le viene de familia. De su padre, que era empresario de material hospitalario, aprendió a manejar una empresa. De su madre, amante de la cocina, ha heredado la pasión y profesión de cocinera. Cualquiera que haya estado en la casa de colonias, se ha deleitado con los canelones y macarrones que Magda cocinaba.
Durante toda su trayectoria como administradora de la casa, Magda ha transmitido pasión y dedicación en todo lo que hacía. Tal y como dice: "Ponemos el alma en atender a los niños y las familias que vienen a pasar su tiempo en una casa de colonias" y añade "yo tengo los clientes más exigentes, que valoran la calidad, y que son los más sinceros si algo no les gusta: los niños ". Aunque afirmó que ser administradora es una profesión dura y con mucha responsabilidad, Magda reconoce que "es el trabajo más bonito del mundo porque consiste en hacer felices a los niños". Estamos convencidos de que el talante alegre, entusiasta y comprometido de Magda ha dejado huella a los miles de niños, jóvenes y familias que ha alojado, conocido y atendido en la casa. Desde la Fundación queremos agradecer públicamente a través de este reportaje y desearle muchos éxitos personales y profesionales en su nueva etapa.
Casa de colonias Santa Maria del Roure
Santa Maria del Roure se encuentra en la entrada del pueblo de Cantonigròs y en pleno camino de Santiago, en la comarca natural de Collsacabra. Está enmarcada en un entorno natural magnífico, en mitad de robledales y hayedos. El salto de la Foradada, el Camino de los Enamorados, los acantilados de Aiats y el valle de la Rotllada hacen de Cantonigrós un lugar especial donde disfrutar del tiempo de ocio con todos los sentidos. A hora y media caminando, encontramos el Santuario de Cabrera, un mirador excepcional de la geografía catalana.
La casa está rodeada por un gran jardín, que contiene numerosas especies arbóreas monumentales así como una gran variedad de arbustos que, formando vallas naturales, dividen los espacios del jardín creando agradables rincones. En el mismo recinto se ubica la piscina, una pista polideportiva y un anfiteatro. La casa dispone de habitaciones con baño para 4 ,6 y 8 personas, un comedor, una sala de actividades y jardin exterior. En la casa se desarrolla el proyecto de la Escuela de Naturaleza de Collsacabra, donde las escuelas y las familias pueden desarrollar programas pedagógicos de descubrimiento del medio. Los bosques de haya y roble, y las actividades tradicionales y rurales, son algunos de los ejes de aprendizaje. El salto de la Foradada y el Valle de la Rotllada son espacios de visita obligada.
Administradores de las casas de colonias y albergues de la Fundación Pere Tarrés
La figura del administrador / a es clave a la totalidad de las casas de colonias y albergues que la Fundación Pere Tarrés tiene situadas en parajes privilegiados, rodeadas de entornos naturales y ubicadas en poblaciones con encanto. En la casa de colonias Artur Martorell (Calafell) hay Vicens Sebastián; en la casa de colonias La Ruca (Avinyó) está Joan Sánchez; en la casa de colonias Alfar (Dosrius) hay Ángela Quiñonero; en la casa de colonias Sant Marçal (Sant Marçal del Penedés) hay Vicens Sebastián; en el albergue La Sala (La Pobla de Lillet) hay Emili Argileto; en la casa de colonias Mas Po-Cañada (St. Fost de Campcentelles) hay Elena Fiol; en la casa de colonias de Santa Maria del Roure (Cantonigrós) hay Ez Zohra El Bouyesfi; en la casa de colonias La Conreria (Tiana) hay Ana Subijana; la casa de colonias Hogar Talamanca (Talamanca) está Joan Sánchez; el albergue Anna Maria Janer (Llivia) hay Anna Fàbregas; en el albergue Montsec-Mur (Guardia de Noguera) hay Roger Pastor; el albergue las Estancias (Rialp) está María Valls Bernaus; el albergue Centro de espiritualidad José Manyanet (Begues) hay Tania Pérez y en el albergue Era Garona (Salardú-Naut Aran) hay Juanjo Grijalba.