24.11.21
Entornos naturales con el silencio de la montaña y los árboles, alejados del bullicio de las personas o el rumor de las ciudades. Éste es uno de los elementos más valorados por los grupos religiosos cuando hacen retiros espirituales y, precisamente, encuentran este ambiente en las casas colonias de la Fundación Pere Tarrés. De hecho, la entidad constata que en los últimos cinco años se ha incrementado el número de grupos religiosos que acuden a sus casas de colonias. En concreto, durante este período, se han registrado 38.042 estancias de grupos religiosos, que, principalmente, se trata de grupos de personas cristianas católicas o evangelistas.
El albergue Centre d’Espiritualitat Pare Manyanet a Begues (Baix Llobregat) y el Albergue La Conreria en Tiana (Maresme) son dos de las instalaciones más populares entre los grupos religiosos, de las 17 casas de colonias que la Fundación Pere Tarrés pone a su disposición.
La primera se encuentra en medio del macizo del Garraf, por lo que está rodeada de pinos y tiene unas vistas privilegiadas al Delta del Llobregat. Además, dispone de unos jardines y grandes explanadas para poder realizar actividades al aire libre. Esta casa, que tiene capacidad para 192 personas, cuenta con varias salas, una capilla con sacristía, confesionarios y un oratorio.
En cuanto a la Conreria, se trata de un antiguo seminario reformado que combina el encanto de los edificios históricos, pero con la modernidad y ampliación de unas instalaciones renovadas. Esta infraestructura, que tiene capacidad para casi 500 personas, se encuentra en un entorno único enclavado en medio de la Sierra de la Marina en el Maresme, con vistas al mar. Asimismo, esta casa de colonias dispone de las comodidades y necesidades que suelen solicitar los religiosos, ya que tiene un gran claustro, una capilla, así como 19 salas con capacidad de entre 30 y 60 personas y otra con 125 plazas. Además, dispone de un teatro y un espacio polivalente con un aforo de 300 plazas, un jardín, un pinar y pistas deportivas.
Por otra parte, todas las instalaciones de la Fundación Pere Tarrés cuentan con personal propio de administración, cocina, limpieza y mantenimiento. Además, se cocinan menús basados en la dieta mediterránea, pero adaptados, cuando es necesario, a las necesidades alimentarias particulares. Otra de las ventajas de las instalaciones de la Fundación Pere Tarrés es que todas las habitaciones de los albergues o casas de colonias cuentan con baño privado.
Cerca de 40.000 estancias de grupos religiosos en cinco años
Las casas de colonias de la Fundación Pere Tarrés propician un escenario inmejorable para los grupos religiosos, lo que se ha traducido en una mayor demanda en los últimos cinco años para realizar estancias como retiros espirituales. De hecho, hasta antes de la pandemia de la Covid, era una tendencia al alza.
En este período, se han efectuado cerca de 40.000 estancias de personas vinculadas a grupos religiosos en las casas de colonias de la Fundación Pere Tarrés. Así si en 2017 hubo 5.190 estancias a tal fin, la cifra subió hasta los 6.000 un año más tarde. En 2019, ésta se disparó hasta las 17.000 estancias. Ahora bien, la pandemia, como ha ocurrido en otros muchos sectores, ha interrumpido este crecimiento. Así, sólo en el primer trimestre de 2020 ya se habían registrado más de 5.500 estancias de este tipo, lo que pronosticaba un incremento considerable. Durante la pandemia, las casas de colonias permanecieron cerradas y hasta este otoño no habían recuperado su actividad habitual. A pesar de todas estas limitaciones, el interés de los grupos religiosos por encontrarse en las casas de colonias de la Fundación no ha desfallecido y ya se vuelve a estar cerca de las 5.000 estancias.
La Fundación Pere Tarrés inspira su acción con los evangelios y el mensaje de Jesús de Nazaret y se fomenta en los valores del humanismo cristiano. En este sentido, estas casas de colonias están habilitadas para este fin, pero también reciben grupos de otras religiones que encuentran en sus instalaciones espacios de oración, reunión e interioridad.