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La solidaridad como motor de la sociedad

La solidaridad como motor de la sociedad

20.12.21

La pandemia de la Covid ha dejado una crisis sanitaria, social y económica sin precedentes. En este contexto, Lali Oliver, responsable de Fundraising de la Fundación Pere Tarrés, pone de manifiesto que "la solidaridad se ha convertido en el motor de la sociedad" y, en el actual contexto, todavía se ha hecho más evidente. Así lo constata este 20 de diciembre, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas como el Día Internacional de la Solidaridad Humana con el objetivo de erradicar la pobreza promoviendo la cultura de la solidaridad y el espíritu de compartir.

La crisis social generada por la pandemia ha provocado un colapso del sistema de servicios sociales que ha precarizado aún más la situación de muchas familias que ya se encontraban en una situación de vulnerabilidad. Desde la Fundación Pere Tarrés se ha constatado esta tendencia y, por ejemplo, según un estudio elaborado por la entidad este año con datos del verano de 2020, muestra que un 30% de las familias que pidieron una beca de verano lo hacían por primera vez. Esto pone de manifiesto que la pandemia ha dejado un nuevo perfil de solicitante de ayudas.

Por eso, desde la entidad se ha hecho un esfuerzo por conseguir el máximo de becas para más niños, jóvenes y adolescentes durante todo el año. En este contexto, en 2020, en el marco de la campaña “Ajuda’ls a créixer”, 8.848 niños de familias en situación de vulnerabilidad pudieron participar en actividades de tiempo libre educativo. Además, este verano se ha movilizado la cifra récord de 1,5 millones de euros para becar a 5.250 niños, la cifra más elevada de la historia de la Fundación Pere Tarrés.

Ahora bien, esto no ha podido hacerlo la entidad sola. Cabe destacar que la labor educativa y social de la fundación ha sido posible gracias a que, desde el primer momento que estalló la pandemia, muchas personas anónimas, empresas e instituciones han realizado donativos o han sumado esfuerzos cediendo material muy diverso o colaborando en la difusión de las campañas.

Un ejemplo de ello, según Oliver, es que un mes después del inicio del confinamiento muchos particulares y empresas se pusieron en contacto con la entidad para ver cómo podían colaborar. Esto, recuerda, sucedió antes de que la Fundación Pere Tarrés explicase las necesidades que habían detectado que requerían las familias en situación de vulnerabilidad.

“Esto nos demostró que muchas personas, empresas y entidades priorizaron las necesidades de los demás a las suyas en un momento que nos afectó mucho a todos y todas”, resalta Oliver, que añade: “Esto nos reconfortó a seguir adelante, pese a las dificultades que nos encontramos”.

Con las aportaciones tanto del sector público, privadas como de particulares, no sólo se han financiado proyectos y actividades con niños, jóvenes y adolescentes que promueve la Fundación; sino que también, durante 2020, la entidad facilitó 811 tabletas, 69 pantallas y 450 tarjetas de conexión, además de material higiénico y sanitario, como 10.572 mascarillas, 1.800 ganancias y 9.514 geles hidroalcohólicos.

"Con motivo de este Día de la Solidaridad queremos agradecer a todos los colaboradores, su generosidad y su compromiso, que nos permite realizar este trabajo para garantizar la igualdad de oportunidades", sentencia Oliver.