03.12.20
Coincidiendo con la próxima conmemoración del Día internacional del Voluntariado, la Fundación Pere Tarrés ha puesto en marcha un programa piloto de voluntariado telemático. La importancia del voluntariado en las entidades aún se ha visto más reforzado con la llegada del Covid-19 y el consiguiente confinamiento. Su contribución aporta gran valor a las a las entidades como la Fundación Pere Tarrés, pero las medidas de distanciamiento social y las restricciones sanitarias decretadas por las autoridades competentes complicaron mucho la continuidad de su aportación.
Para poder dar continuidad a las colaboraciones que venían haciendo muchas personas voluntarias acompañante niños y adolescentes en las tardes, el Centro Socioeducativo Poblenou que la Fundación Pere Tarrés tiene en este barrio de Barcelona ha puesto en marcha un programa piloto de voluntariado telemático. Se trata de una primera experiencia que permitirá evaluar si el resto de personas voluntarias del centro pueden continuar con su participación de forma online.
De este modo, junto con el equipo de educadores y educadoras del centro, la persona voluntaria ofrece un taller de papiroflexia a los niños a través de la pantalla. Son actividades coordinadas y adaptadas a la distancia, que buscan reforzar los conocimientos y aprendizajes de los niños y niñas. En este sentido, el taller de papiroflexia mejora la psicomotricidad fina, permite repasar conceptos matemáticos y de dibujo como las formas geométricas y el dibujo (diagonal, vértice, rectas, perpendiculares, etc.), refuerza la coordinación (manos y vista) y la visión espacial.
De momento, la respuesta de los niños ha sido muy positiva y todo apunta a que estas nuevas dinámicas permitirán ampliar el equipo de voluntarios y voluntarias del próximo año. El año 2019, el centro socioeducativo de Poblenou contaba con 5 personas voluntarias, que daban apoyo a niños de diferentes edades (desde educación infantil a secundaria). Si la experiencia funciona, también se implantará en el centro socioeducativo que la Fundación Pere Tarrés tiene en el barrio de Poble-sec de Barcelona.
Los voluntarios en la Fundación
Las personas voluntarias que contribuyen con su compromiso, tiempo y conocimiento son fundamentales para hacer posible los diferentes proyectos sociales y educativos de la Fundación Pere Tarrés. El 2019, la Fundación contó con 5.372 personas voluntarias, de las que 4.460 fueron monitores en centros de esparcimiento del Movimiento de los Centros de Esplai Cristianos Catalanes (MCECC), 466 aportaron su tiempo y experiencia en centros cívicos y de personas mayores, 380 colaboraron en los centros socioeducativos y actividades sociales en verano y, finalmente, el año pasado se contó con 66 personas vinculadas a la estructura de la Fundación.
Por otro lado, y teniendo en cuenta el papel clave que juegan los voluntarios en las organizaciones del Tercer Sector, la Fundación Pere Tarrés también imparte formaciones específicas para personas que quieren ser voluntarias. La oferta formativa de la Fundación Pere Tarrés en este ámbito no sólo ofrece conocimiento a personas que están interesadas en ser voluntarias, sino que también forma para conseguir que un equipo de voluntarios funcione correctamente y para aprovechar al máximo todos los recursos disponibles.
En este sentido, el año pasado, la Fundación formó 1.476 personas en los cursos de monitores/as y directores/as de tiempo libre, a las que hay que sumar los más de 250 voluntarios y voluntarias que se forman dentro del Plan de Asociacionismo y Voluntariado de Cataluña.
Un día para recordar una tarea indispensable
Durante los últimos meses, con la pandemia partes, los voluntarios han estado en primera línea de respuesta, no sólo en el campo sanitario, sino también en el ámbito comunitario y social. La tarea de los voluntarios fue clave durante aquellos meses, ayudando con la atención médica, haciendo la compra a los vecinos y vecinas más vulnerables o llamando las personas mayores que estaban solas.
Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado y supone una oportunidad única para poner en valor la aportación de voluntarios y voluntarias que, con su dedicación, ayudan a mejorar su entorno y su comunidad. Ser voluntario permite descubrir nuevas realidades y despierta un sentimiento de altruismo y generosidad; fortalece los lazos con cada comunidad, proporciona la opción de ser un agente de cambio real y de actuar siguiendo siempre los valores ideológicos.
Los centros socioeducativos de la Fundación Pere Tarrés
La Fundación Pere Tarrés cuenta con una red de 30 centros socioeducativos con presencia en toda Cataluña y Baleares que atienden a más de 3.000 niños, adolescentes y jóvenes. Estos centros trabajan cada día para contribuir a que todos los niños, priorizando los que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, puedan desarrollarse humanamente, emocional y competencial que, en un futuro, puedan disfrutar de una vida plena.