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La Fundación Pere Tarrés instala 500 placas fotovoltaicas en sus casas de colonias que le permitirán generar un 25% de energía neta

La Fundación Pere Tarrés instala 500 placas fotovoltaicas en sus casas de colonias que le permitirán generar un 25% de energía neta

04.06.24

Mañana, Día Mundial del Medio Ambiente, es una fecha significativa para continuar caminando hacia la sostenibilidad. La Fundación Pere Tarrés, durante el 2023, ha trabajado en varias acciones para instalar, en sus casas de colonias, mecanismos que favorecen el desarrollo sostenible de su actividad, con la voluntad de ser energéticamente eficientes y reducir el impacto en el medio ambiente. Concretamente, ha instalado placas fotovoltaicas en los albergues La Conreria (Tiana), La Sala (La Pobla de Lillet) y Pere Tarrés (Barcelona), y en las casas de colonias La Ruca (Avinyó) y Artur Martorell (Calafell). En total, se han instalado 503 paneles de producción fotovoltaica, que representa un total de 230 kw/h de producción punta.

Además, la entidad de ocio educativo y acción social ha instalado cierres en las ventanas de tres de sus edificios, facilitando así el aislamiento del exterior y, por extensión, el ahorro térmico. Concretamente, la Fundación Pere Tarrés ha instalado elementos de aislamiento para evitar la pérdida de aire y mejorar el calentamiento de los edificios en los meses más calurosos en las casas de colonias Pare Artigas (Planoles) y Santa Maria del Roure (Cantonigròs) y en el albergue La Conreria (Tiana).

El consumo energético anual de las 17 casas de colonias y albergues que conforman la red de equipamientos de la Fundación Pere Tarrés es de 1.225.000 kw, y con las nuevas instalaciones solares, el 25% de esta energía provendrá de fuentes renovables. Si contabilizamos solo las 5 casas de colonias en las cuales se han instalado placas fotovoltaicas, este porcentaje asciende al 40% del total.

Las acciones de la entidad para la contribución a la sostenibilidad no acaban aquí: en el albergue Pere Tarrés y en la casa de colonias Artur Martorell se ha instalado, también, un complemento de eficiencia energética vinculado a la aerotermia, es decir, se aprovecha la energía ambiental del aire exterior para la climatización del agua de la casa. Esta acción permite producir el agua caliente de las duchas y de los lavabos con la producción eléctrica instalada, reduciendo así el consumo de gas, que ahora se destina, solo, al uso de la cocina y para la calefacción.

Globalmente, la inversión económica de la entidad es de 996.000 euros: 708.967,75 euros en aerotermia y en placas fotovoltaicas, y el resto, 287.067,45 euros, en los cierres a las ventanas. Una parte de esta inversión, el 77%, ha estado posible gracias a los fondos Next Generation. El resto, 233.557,88 euros, provienen de fondos propios de la Fundación.

Las medidas como herramientas educativas

Más allá de la reducción de la huella ecológica que estas acciones suponen, la Fundación Pere Tarrés usará las nuevas instalaciones de eficiencia energética como un recurso pedagógico para sensibilizar los niños que disfruten de colonias sobre la importancia de la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. En este sentido, la Fundación está elaborando un material educativo para niños para enseñar los beneficios de la aportación energética fotovoltaica. Además, se está estudiando el diseño de un sistema que se implementará en algunos de los albergues y casas de colonias que informará de los datos de consumo y ahorro vinculados a las placas fotovoltaicas, como es el caso de la casa de colonias La Ruca, que dispone de una equipación para poder calcular la huella ecológica de las estancias de colonias escolares.

Albert Riu, director del Servicio Colonias de Vacaciones de la Fundación Pere Tarrés, comparte que “estamos satisfechos de esta mejora, porque favorece la coherencia entre las propuestas educativas y de sensibilización medioambiental que promovemos en nuestros programas de colonias escolares y programas de vacaciones en familia y la gestión del equipamiento”. Además, Albert Riu también destaca que “hay que tener en cuenta, y no es ningún secreto, que el ahorro energético es también un ahorro económico. Esto favorece que propuestas como el programa “Vámonos en familia” pueda continuar ofreciéndose a precios muy ajustados, a pesar de los incrementos generales que el sector del turismo vive en términos generales”.

Otras líneas de trabajo que la entidad logrará próximamente en algunos de sus edificios es la sustitución de alumbrado por la instalación de sistemas led, una acción que también supondrá un ahorro energético.

Los esplais de la Fundación reducen la huella ecológica

La Fundación Pere Tarrés está comprometida con la sostenibilidad y con la reducción de la huella ecológica desde sus valores fundacionales. Más allá de estas acciones puestas en marcha para el ahorro energético, la entidad promueve también estos principios en toda su acción educativa y social. Es por eso que el Movimiento de Centros de Esplai Cristianos Catalanes (MCECC) de la Fundación Pere Tarrés, federación que agrupa unos 200 centros de esplai, hace años que mide la huella ecológica en los encuentros anuales de adolescentes, jóvenes, monitores y monitoras, con el propósito educativo de cuantificar el impacto en el medio ambiente y promover una educación en el ocio enmarcada en criterios sostenibles, así como la promoción del transporte público y de utensilios reutilizables (vasos, platos, cubiertos...).

Para medir la huella ecológica, el MCECC usa la unidad de puntos equivalentes de CO₂, que hace referencia a la emisión de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Durante el encuentro del 2022, se cuantificó la emisión de gases de efecto invernadero y se aplicaron medidas de ahorro de cara al encuentro del 2023. Por ejemplo, desde el movimiento de esplai se pusieron a disposición de los asistentes al encuentro autocares y se promovió el agrupamiento de personas en un número limitado de coches, además de optimizar las rutas de los vehículos. Esto permitió reducir 3,61 puntos por persona las emisiones de CO₂ respecto al 2022, vinculados al transporte.

Otra de las líneas de trabajo en las cuales el MCECC se focaliza para hacer frente a la emergencia climática es la disminución del consumo de carne en sus encuentros generales, ateniéndose a los numerosos efectos contaminantes de la producción cárnica masiva (emisión de gases de efecto invernadero, deforestación, contaminación de los acuíferos por los excrementos de los animales de las ganaderías...). El 2023, la federación de centros de esplai de la Fundación Pere Tarrés pasó a reducir notablemente el consumo de carne mediante la promoción de menús vegetarianos en el cáterin contratado, hecho que provocó que (siguiendo el mismo índice explicado anteriormente) se emitieran 550 kilogramos de CO₂ menos que el año anterior.

En cuanto a los residuos (papel y cartón, plástico, materia orgánica y desecho), mediante la promoción de material reutilizable, como cantimploras, vasos, platos, cubiertos y servilletas, se consiguió generar 26,15 kilogramos de residuos menos que el año anterior.