06.06.16
Más de 1.200.000 personas se beneficiaron de la acción de las entidades sociales de Iglesia durante el 2014. Estos resultados son fruto de una investigación promovida por la Cátedra de Inclusión Social (Universidad Rovira i Virgili) y la Fundación Pere Tarrés con la colaboración del Campus Docente Sant Juan de Déu.
En Cataluña existen al menos 785 entidades sociales de Iglesia que realizan prioritariamente actividades de intervención a favor de las personas en situación de vulnerabilidad social, inspiradas en los valores del Evangelio y con una mínima organización con finalidad no lucrativa. Durante el 2014, más de 1.200.000 personas, uno de cada seis catalanes, se beneficiaron de su acción, gracias, mayoritariamente, al apoyo del trabajo realizado por los equipos de voluntariado.
Estas son algunos de los datos que se han presentado durante la jornada La acción social de las entidades de Iglesia y su aportación a la cohesión social en Cataluña celebrada en la Facultad Pere Tarrés - URL en Barcelona para presentar el estudio Las entidades de acción social de Iglesia en Cataluña: organización y aportaciones a la cohesión social . El estudio da visibilidad a la acción de estas organizaciones en la sociedad, explicita la contribución que hacen y muestra su voluntad de transparencia.
Las entidades sociales de Iglesia hacemos justicia social, no sólo caridad afirmó Ángel Belzunegui, coordinador del estudio y director de la Cátedra de Inclusión Social-URV, que también ha declarado que sin las entidades sociales de Iglesia, el actual estado del Bienestar no sería posible”. Belznuegui ha analizado el estudio que afirma que en muchos casos, la acción social de las 785 entidades de Iglesia tiene un carácter muy local, se trata de una acción social de proximidad. Esto hace que las entidades formen una red de solidaridad territorial, es decir un entramado de solidaridad que redunda en la cohesión social de nuestros barrios y ciudades.
Radiografía de las personas atendidas por las Entidades de Iglesia
El número de personas atendidas por las entidades en 2014 fue 426.976, lo que representa un 10% más respecto al 2013. Entre las personas atendidas, el colectivo que más atención recibe es el de personas entre 31 y 45 años con hijos a cargo, que representan un 63% del total.
La crisis económica ha provocado un cambio de perfil de las personas atendidas, si bien hace unos años la asistencia estaba dirigida fundamentalmente a la población inmigrante, ahora hay un 61% de población autóctona que hace uso de los servicios.
La contribución social de las Entidades de Iglesia
Aunque las entidades cubren necesidades de todo tipo, las más presente son aquellas que tienen que ver con la educación / formación (67,5% de las entidades cubren necesidades educativas), las alimentarias (52%) y las de participación social y ciudadana (51%). Según el índice de cobertura diseñado por los investigadores, se ha concluido que el 26,7% de entidades prestan máxima cobertura, ofreciendo todo tipo de servicios como alimentarios, de vestido, de alojamiento, educativos, de salud, laborales y de participación ciudadana. El 39,7% prestarían una cobertura moderada y el 33,6%, las entidades más pequeños, una menor cobertura.
En cuanto la participación en red con otras entidades, el 63% de las entidades de Iglesia tienen programas conjuntos con otras entidades del territorio, el 73% trabajan casos de forma conjunta con otros agentes y el 81% se coordinan, compartiendo valoraciones e informaciones con agentes del territorio.
El factor humano que hace posible la acción social
El estudio también ha servido para poner de relieve el trabajo que hacen las personas voluntarias. Así lo demuestra el hecho de que prácticamente todas las entidades contamos con voluntariado para realizar sus actividades. Por cada persona contratada a las entidades trabajan voluntariamente 5,2 personas. Esto supone que el 84,5% de las personas que trabajan, unas 18.850 personas, son voluntarias.
El sostenimiento económico
A pesar de la crisis económica, las entidades han aumentado los ingresos un 5,3% en 2014 respecto al periodo anterior. A pesar de este aumento, las entidades aseguran que los ingresos han aumentado a un ritmo inferior al del número de personas atendidas. En relación a la procedencia de los ingresos, el 65% de la financiación de estas entidades es privado (por aportaciones de los socios, prestación de servicios o captación de fondos, entre otros) frente al 35% que proviene de fondos públicos.
Podéis leer el estudio completo (en catalán aquí)
¿Cómo contribuye la acción social de las entidades de Iglesia a la cohesión social?
- Efecto paliativo. Mejora las condiciones del día a día de las personas.
- Efecto redistributivo. Reduce los desequilibrios a nivel microeconómico: hace que determinadas familias puedan llegar a estándares de desarrollo de capacidades.
- Efecto cohesionador. Liga los individuos y las familias del entorno.
- Efecto de inserción. Ofrece oportunidades sociolaborales y socioeducativas.
- Efecto integral. Acompañamiento y diseño integral.
- Efecto inclusivo. Actúa sobre una parte de la población muy castigada.
- Efecto participativo. Crear red alrededor de la gente y de las familias.
- Efecto de política familiar. Realiza una verdadera política familiar.
- Efecto reductor del gasto social. Contribuye a aliviar el gasto social.
- Efecto aglutinador. Cohesiona internamente la Iglesia.
Retos de futuro para las entidades sociales de Iglesia
Además de cuantificar la acción, la investigación también ha ayudado a determinar los retos de futuro de estas entidades:
- Dar respuesta a las nuevas zonas de vulnerabilidad social, especialmente con respecto a las personas mayores de 65 años y los que están en situación de dependencia.
- Mayor profesionalización de algunas funciones pero no de toda la acción social.
- Mantener la flexibilidad en la detección de problemas y en su resolución.
- Ganar mayor visibilidad social.
- Captar más jóvenes para la acción social.
- Crear más centros especializados y de relación con la empresa.
- Fortalecer el trabajo en red.
- Crear equipos multidisciplinares de atención en red.
- Seguir captando recursos tanto privados como públicos para la acción social.
- Impulsar la acción católica de la acción social.
La investigación ha sido promovida por el Cátedra de Inclusión Social - URV y la Fundación Pere Tarrés, con la colaboración del Grupo Docente de San Juan de Dios, de la Universidad Rovira i Virgili. Ha contado con el apoyo de la Dirección General de Asuntos Religiosos del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales de la Generalidad de Cataluña, del Comisionado de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento de Barcelona, ??y de la Obra Social de La Caixa. También ha contado con el apoyo de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación del Departamento de Enseñanza y del Departamento de Bienestar Social y Familia.