18.07.18
En esta entrevista hablamos con Vinyet Vallespí y Antonio Roca, dos trabajadores de la Fundació Pere Tarrés a punto de retirarse.
Entre los dos suman casi 40 años haciendo crecer la entidad con su esfuerzo y trabajo. Hablamos con ellos de cómo ha sido su experiencia y su paso por la casa, y de cómo ha evolucionado esta.
¿De dónde eres?
Vinyet: Soy de Vilanova i la Geltrú.
Antonio: Soy de Montcada i Reixac desde el 24 de agosto de 1950.
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la Fundación Pere Tarrés?
Vinyet: Llevo 19 años.
Antonio: Llevo 20 años.
¿Qué tarea llevas a cabo en la Fundación?
Vinyet: Estoy en el Departamento Comercial, llevando tareas de reservas y gestión de los seguros de ocio y voluntariado.
Antonio: Auxiliar en las tareas administrativas del Departamento de Gestión Económica.
¿Cómo llegaste a trabajar en la Fundació Pere Tarrés?
Vinyet: Gracias a un anuncio de La Vanguardia donde buscaban un coordinador de casas de colonias. Lo llevé mucho tiempo en el bolso hasta que decidí presentarme. Teniendo la suerte de ser admitida, a pesar de que aquella tarea no era para mí. Al cabo del año estaba trabajando en el Departamento Comercial.
Antonio: Hice un curso de formación ocupacional en la Escuela Joan Pelegrí (administración y contabilidad para personas con dificultades sensoriales). Las prácticas de este curso las realicé en la Fundacin Pere Tarrés. Poco después me ofrecieron formar parte del equipo de administración, finanzas y personal, y hasta hoy vamos haciendo piña.
¿Cómo es un día normal en tu trabajo?
Vinyet: Nada aburrido y muy dinámico. A pesar de que parezca que cada día es el mismo trabajo, no hay ningún día igual.
Antonio: Pues normal, trabajando y trabajando.
¿Cómo ha evolucionado la Fundación desde que entraste a trabajar hasta ahora?
Vinyet: Cuando llegué parecía una empresa familiar, todo era mucho más cercano y con un talante muy similar todos. A lo largo de estos años la Fundación se ha hecho muy grande, con perfiles muy diversos, pero por suerte se lucha por los mismos valores y para poder ayudar a muchas más personas.
Antonio: ¡Uy! Por mis ojos, maravillosamente. Por poner un ejemplo, el Albergue era una "casona" medio destartalada, que estaba ubicada donde ahora está la entrada del garaje del edificio anexo.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Vinyet: Me gusta cualquier trabajo que tenga que hacer en el momento. Cualquier tarea que deba realizar la siento mía, tratando de hacerla de la mejor manera posible. Sí que es verdad que hay siempre algo que gusta más hacer, es probable que el trato con las entidades que trabajan con voluntariado me gusta mucho por el hecho de que los puedo ayudar dentro de mis posibilidades. En definitiva, lo más satisfactorio es poder marchar después de mi jornada habiendo cumplido con mis objetivos propuestos y conmigo misma.
Antonio: ¡Todo! Especialmente disfrutar con armonía del trabajo con los compañeros.
¿Qué es lo que echarás más de menos de la Fundación?
Vinyet: El trato humano de los compañeros y las compañeras con los que comparto el día a día, como el del resto de personas con las que hablo del resto de España. Ver que están agradecidos de las pequeñas cosas, dando las gracias por dar respuesta a cualquier consulta que te hacen, o para pedir un impreso urgente por subvenciones o por otras gestiones, etc.
Antonio: El antes, ya lo defino. Tendré nostalgia de los maravillosos años que he pasado en esta "Santa Casa", con las pequeñas incidencias negativas, que da la vida, pero sobradamente digeribles.
¿Qué planes tienes una vez te jubiles?
Vinyet: En primer lugar, no sentirme jubilada. Tratar de ir aprendiendo cada día cosas nuevas como he hecho hasta ahora (sin presiones). Poder disfrutar del día a día con la familia, viajar y ayudar a alguna entidad si puedo ser de ayuda.
Antonio: De momento ninguna, la vida ya me dará fuerza y espero que salud para ir disfrutando con ilusión de los momentos interesantes hasta que llegue la hora de la jubilación definitiva.