27.05.19
Maribel Trujillo es, desde hace unos meses, la Delegada en Mallorca de la Fundación Pere Tarrés. En esta entrevista hablamos con ella de los proyectos que se desarrollan, del equipo que integra la delegación y de que puede aportar la Fundación Pere Tarrés en la sociedad balear.
Cuéntanos brevemente tu trayectoria para poder conocerte un poco.
Estudié Psicología en la UIB (Universitat de les Illes Balears) y en aquella época pensaba que era una de las etapas más divertidas de mi vida, sin saber que mi trayectoria profesional se acabaría convirtiendo en un viaje de aprendizaje continuo, de aventuras y de retos.
El primer reto me lo encontré al finalizar los estudios, en el ámbito de Recursos Humanos, y al que tenía claro que me quería dedicar. En Baleares aún estaba en pañales, no había formación específica y apenas existían los departamentos de Recursos Humanos en las empresas. Con mucha dedicación, paciencia, constancia y disciplina he podido desarrollar mi trayectoria profesional en los últimos 20 años en este campo, específicamente en el ámbito de selección, formación y planes de desarrollo de personal, compaginando mi trayectoria profesional con acciones de voluntariado en el ámbito social y el deporte. En los últimos años he trabajado las competencias de liderazgo, gestión y visión estratégica.
¿Qué te hizo decidirte a formar parte de un proyecto como el de la Fundación Pere Tarrés?
La Fundación Pere Tarrés captó mi atención por su esencia como organización, por el mensaje que trasmite y porque sus valores están alineados con mis valores como persona. Promover la misión de la Fundació en Mallorca es mi misión, y como tal se presentó este reto para mí.
Poder ofrecer la metodología de la Fundació a los niños y niñas de Mallorca es un auténtico regalo lo que me permite sentir un gran entusiasmo por el proyecto.
Hablemos un poco de la Delegación. ¿Qué proyectos está desarrollando ahora mismo a la delegación de Mallorca?
La delegación de Mallorca se ubica en la Casa de Iglesia (Bisbat de Mallorca), un lugar muy céntrico ubicado en el casco antiguo de Palma. Es un lugar muy tranquilo y muy agradable para trabajar.
En la delegación de Mallorca damos continuidad a los diferentes proyectos que se desarrollan en Cataluña: en el MCECC tenemos 15 clubs de esplai adheridos actualmente, tenemos un centro socioeducativo en Can Tàpera que forma parte de la XACS, actualmente estamos gestionando dos proyectos con el apoyo de PEiS que son Escola Viva con el Ayuntamiento de Pollença y el Programa de Ocio Preventivo con el Ayuntamiento de Palma; por segundo año consecutivo realizaremos la Escuela de Verano y campamentos para 50 niños y niñas. Además, para el otoño está prevista la inauguración de la casa de colonias de Binicanella que nos ha cedido el Obispado de Mallorca, lo que nos permitirá dar continuidad a las actividades de verano y poder ofrecer una oferta educativa a los colegios durante el periodo escolar. En lo que respecta a formación, ofrecemos el curso de formación de Monitor/a de ocio y tiempo libre y Director/a de Ocio y tiempo libre y queremos convertirnos en un referente en formación en tiempo libre educativo en la isla. En el ámbito de Educación estamos realizando talleres de prevención dirigido a personal docente.
¿Cuántas personas formáis parte y qué tareas hay realice?
Actualmente somos 14 personas: Pep es el promotor de MCECC en la isla; Yumara e Iris son las dos profesionales de referencia en el Centro Abierto Can Tàpera; Magda y Vanessa son las profesionales en Escola Viva de Pollença y en el Programa de Ocio Preventivo del Ayuntamiento de Palma; el actual equipo de monitores y monitoras está formado por Alicia, Aida, Mariela, Carolina, Rocío, Betlem y Lluc). En la casa de colonias de Binicanella la administradora es Mabel. Quiero destacar de cada uno de ellos la implicación y la profesionalidad que aportan.
¿Qué proyectos tiene de cara a los próximos meses?
Ahora mismo el proyecto que tenemos a más a corto plazo es la inauguración de la casa de colonias de Binicanella. También queremos consolidar la acción socioeducativa a través de los centros socioeducativos. De hecho, tenemos la mirada puesta en abrir dos nuevos centros abiertos, uno en Can Tàpera, y otro en un barrio de Palma
A medio plazo estamos estudiando posibles licitaciones y/o concursos con el apoyo de Programas Educativos y Sociales, así como servicios de monitores y otras actividades en colegios.
El objetivo es conseguir que la Delegación sea económicamente sostenible.
¿Por qué crees que es importante que la Fundación esté presente en las Islas? ¿Qué podemos aportar?
Mallorca necesita organizaciones comprometidas con la educación y la acción social; organizaciones que den respuesta diferente a nuestros colectivos vulnerables. Además, formar parte de dos territorios diferentes abre un abanico de oportunidades tanto para los niños y niñas de Cataluña como para los de Mallorca (como el hecho de coger un avión, realizar las colonias fuera de tu comunidad, etc..).
La Fundación aporta un bagaje técnico y metodológico del que aprender, una trayectoria consolidada con más de 60 años de experiencia y grandes profesionales de los cuales aprender. Mallorca necesita respuestas innovadoras.
Para todos los que formamos parte de la Delegación de Mallorca este es un camino tranquilo, que a veces puede parecer lento, pero que será nuestro reto con constancia, disciplina y perseverancia y con unos valores que siempre nos acompañan. Tenemos mucho entusiasmo puesto en este proyecto.