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28.11.16

Hemos hablado con Jordi da Silva, 29 años, quien después de graduarse en Educación Infantil, trabajó unos meses como dinamizador sociocultural con niños. Allí, una compañera de trabajo le habló de la Educación Social y le insistió en estudiar esta profesión. Por curiosidad, investigó y leyó de qué iba y decidió matricularse en la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés - URL. El año pasado se graduó y fue premiado como mejor expediente del grado en Educación Social de la promoción 2015-16. Este año también seguirá estudiando en la Facultad el Máster en Modelos y Estrategias de Acción Social y Educativa en la Infancia y la Adolescencia. Estudios que compaginará con el trabajo de educador social en el Centro Socioeducativo Fundación Albert, puesto en marcha con la colaboración, asesoramiento y gestión del área de Programas de Acción Social de la Fundación Pere Tarrés. El proyecto esta coordinado por Míriam Sanjose. De hecho, le gustaría hacer el proyecto de fin de máster del centro socioeducativo donde trabaja.

Fundación Pere Tarrés (FPT). ¿Porque decidiste estudiar Educación Social después de haber estudiado Educación Infantil?
Jordi da Silva (JDS). Tras estudiar Educación Infantil trabajé en algunas escuelas de Andorra, aunque tenía en mente venir a Barcelona, dónde pude venir a través de un plan de empleo. Allí conocí a mi jefa, pedagoga de profesión, que estuvo un año diciéndome que tenía que estudiar Educación Social. Tanto era su insistencia que investigué qué era la educación social, porque no conocía la profesión. De hecho sentía que la educación infantil se me quedaba pequeña ya que a mí me gusta compaginar la intervención con los niños con el trabajo con familias y sentía que no podía hacerlo con la educación infantil. Después de leer, informarme vi que con educación social sí me permitiría el trabajo con la familia y el entorno y decidí empezar a estudiar Educación Social en la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés URL. Ahora la educación social es mi pasión y mi vocación.

FPT. ¿Qué te ha aportado estudiar el Grado en Educación Social?
JdS. Estudiar Educación Social ha sido como ponerme gafas. Llegué a la universidad con mi visión del mundo y conforme iban pasando los años en la Facultad cada profesor, cada compañero me aportó su visión y experiencia y acabé con unas gafas diferentes. Ahora me hago más preguntas del porqué de las cosas e intentas profundizar un poco más. Y no sólo me lo aplico a mi trabajo, sino también en mi vida personal.

FPT. ¿En qué ámbitos educativos desarrolla su labor desde el Centro Socioeducativo Fundación Albert?
JdS. El eje más importante del proyecto es el ámbito de refuerzo escolar, pero también trabajamos el ocio. En este sentido hemos establecido la interculturalidad como centro de interés ya que atendemos a niños de América Latina, Marruecos, Pakistán y China. Hemos preparado actividades para que puedan conocer las lenguas y las culturas propias de cada lugar. También tenemos pensado trabajar con las familias y que los padres y madres puedan venir a explicarnos las tradiciones de su país de origen.

FPT. ¿Cuál es el perfil de los niños que vienen al centro?
JdS. Atendemos a más de cuarenta niños, la mayoría de los cuales tienen entre 8-9 años para abajo. El planteamiento inicial era atender también a niños mayores, pero la demanda que nos llega es otra. Otro ejemplo de que el proyecto es vivo y lo vamos adaptando a la realidad del barrio. Tenemos mucha demanda de 6-8 años que piden competencias básicas de lecto-escritura.

FPT. ¿Cómo articular su tarea socioeducativa en el centro con las familias de los niños?
JdS. La articulación es complicada. Aunque con muchas de las familias tenemos coordinación con los Servicios sociales, hay un problema de conciliación familiar. Nos encontramos que muchos progenitores están trabajando. Tenemos muy claro que los queremos incorporar en las dinámicas del centro pero es una tarea que requiere mucho tiempo y mucha pedagogía. El espacio familiar es un lugar que nos ayuda ya que es sábado por la mañana, pero también los queremos implicar en algunas dinámicas del centro para conseguir así que se involucren con la educación de sus hijos.

FPT. ¿Cómo es una tarde en el Centro Socioeducativo Albert?
JdS. A las cuatro llega todo el equipo educativo y tenemos un rato en el que ponemos en común toda la información que nos puede llegar de Servicios Sociales. Después de este rato conjunto planificamos y preparamos el material para las actividades hasta las cinco. De las cinco a cinco y media recibimos los niños, ya que algunos terminan la escuela a las cuatro y media y otros a las cinco. Este es el momento para merienda. Ahora estamos trabajando para que todos los niños lleven merienda para fomentar la responsabilidad de los padres. De momento no hacemos ninguna recomendación dietética pero estamos haciendo registros de lo que llevan para poder trabajar buenos hábitos alimenticios más adelante. Ahora el objetivo es más básico, que todos lleven merienda. A las cinco y media comienza el refuerzo escolar. Las mesas del refuerzo están organizadas de manera que los niños se puedan ayudar entre ellos por si en algún momento nosotros no podemos estar por ellos. Pasada una hora, a las seis y media, pasamos a hacer una actividad más de ocio y/o relajación. Hacia las siete pasamos a hacer El Círculo de la Palabra.

FPT. ¿Nos puedes explicar en qué consiste El Círculo de la Palabra?
JdS. La actividad consiste en que los niños compartan sus vivencias, siempre de forma voluntaria, sentados en círculo y respetando el turno de palabra. Esta actividad nos permite trabajar la educación emocional y después de una formación con la Cooperativa Fil a l’Agulla, lo vimos claro. A través de la actividad el niño puede trabajar sus emociones y aprender a estar con la emoción del otro. Si un niño se pone a llorar los demás deben respetarlo y esperar, deben aprender a aguantar las emociones negativas . Hemos visto que culturalmente se aceptan las emociones positivas pero se rehúyen las negativas y con esta actividad queremos que se naturalicen.

FPT. Siguiendo con las emociones de los niños. ¿Nos puedes explicar algún caso de mejora que hayas visto en estos pocos meses de funcionamiento del centro?
JdS. Tenemos el caso de una niña y un niño de 6 años, a los que los padres llevaron al centro diciéndonos que en la escuela sólo se relacionaban entre ellos y que no hablaban con nadie más. Durante las primeras dos semanas nos costó mucho la relación, el vínculo, con ellos. Pero un día en el Círculo de la Palabra la niña intervino, sus palabras no tenían nada que ver con lo que estábamos hablando, pero ya dijo algo. Fue un pequeño progreso. Desde hace una semana la niña no para de hablar y nos ha dicho una frase que nos ha tocado a todos los educadores: Estoy muy triste porque hoy mis compañeros están muy nerviosos y eso me ha puesto triste . Ha sido capaz de expresar sus sentimientos.

FPT. ¿Qué quieres que sea la evolución del Centro en este primer año de puesta en marcha
JdS. Para empezar me gustaría que el centro llegara a su máxima capacidad. Ahora mismo tenemos más de cuarenta niños/as pero podemos atender hasta un ciento. Y otra cosa, es acabar de cuajar la coordinación con la escuela, a través del profesor de referencia, porque no tenerla nos complica mucho la tarea a la hora de hacer refuerzo escolar.

Centro Socioeducativo Fundación Albert

Los niños en situación vulnerable del distrito de Ciutat Vella (Barcelona) disponen de un nuevo proyecto puesto en marcha por la Fundación Albert con la colaboración y asesoramiento de la Fundación Pere Tarrés. A finales de junio se inauguró el nuevo equipamiento que cuenta con una ludoteca, un espacio familiar, un centro socioeducativo y un espacio que acoge el Proyecto Paidós (Cáritas).

La inauguración del equipamiento, el pasado 22 de junio, ha sido la culminación del trabajo conjunto entre la Fundación Albert Espelt y la Fundación Pere Tarrés a lo largo del curso 2015-2016 para la puesta en marcha del proyecto, que atenderá niños en situación vulnerable del distrito de Ciutat Vella. El equipamiento ha comenzado su actividad con la casa de verano, que a través de la colaboración de la Fundación Pere Tarrés y su equipo de monitores / as, atenderá a unos 30 niños durante el mes de julio y agosto. La Fundación también será la responsable de la ludoteca, un espacio de juego y familiar donde se atenderán a una veintena de niños. Además, la extensa experiencia en el ámbito educativo y social de la Fundación ha sido clave para organizar y liderar el centro socioeducativo del nuevo equipamiento que atenderá el refuerzo escolar y el ocio de una treintena de niños durante las tardes del curso escolar a partir de septiembre de 2016.

La Fundación Albert es una entidad que tiene por objeto la protección y atención a los niños, jóvenes y personas en situación de pobreza, dificultad y riesgo de exclusión social, con el objetivo de fomentar la igualdad de oportunidades para estas personas.