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La justicia penal tradicional castiga a los más pobres , Esther Giménez-Salinas, directora de la Cátedra de Justicia Social y Restaurativa Pere Tarrés - URL

 La justicia penal tradicional castiga a los más pobres , Esther Giménez-Salinas, directora de la Cátedra de Justicia Social y Restaurativa Pere Tarrés - URL

19.01.17

La Fundación Pere Tarrés y la Universidad Ramon Llull han puesto en marcha la Cátedra de Justicia Social y Restaurativa para promover una justicia que piense a reparar y no en castigar. Hay que repensar el modelo de justicia tradiciootras fórmulas para poder solucionar los conflictos , afirma la directora de la Cátedra, Esther Giménez-Salinas, catedrática emérita de Derecho Penal y Criminología de la URL.

El Estado español tiene unas 60.000 personas privadas de libertad y Cataluña unas 10.000, un 32% superior a la media de personas presas en Europa. La aplicación de la pena de libertad no tiene relación con la actividad delictiva de un país, tiene que ver con la política criminal afirma Esther Giménez-Salinas. La catedrática emérita de Derecho Penal y Criminología defiende que un delito debe tener consecuencia pero que ésta no tiene por qué ser la privación de la libertad, sino que toda la comunidad tiene la responsabilidad de contribuir a reparar el daño . Y es que el objetivo principal de la Cátedra es promover un modelo de justicia que enfatice una visión reparadora ya que la respuesta al hecho delictivo no puede ser únicamente sancionadora, sino que debe poder reparar el daño causado.

Desde la Fundación Pere Tarrés hemos querido entrevistarla para conocer más a fondo la labor que ha puesto en marcha desde la Cátedra de Justicia Social y Restaurativa Pere Tarrés - URL.

Fundación Pere Tarrés. ¿De dónde surge el modelo de justicia restaurativa?
Esther Giménez-Salinas.
El modelo penal represivo siempre ha sido cuestionado y es por ello que a lo largo de la historia no ha dejado de buscar alternativas. El ámbito de los jóvenes es un ámbito especialmente sensible ya que prevalece o deberían prevalecer los criterios educativos sobre los meramente punitivos. La particularidad de la Justicia Restaurativa es que nació del movimiento de las víctimas que se sentían especialmente abandonadas por el sistema penal tradicional. Pensar en la elegida víctima - ofensor - comunidad como un todo es el principal interés de este modelo de justicia.

Fundación Pere Tarrés. ¿De dónde viene tu inquietud por la justicia restaurativa?
Esther Giménez-Salinas.
Hará ya unos cuantos años recibí una beca del Consejo de Europa para realizar una búsqueda en Alemania sobre la mediación penal. La primera vez que asistí a un proceso de estas características me quedé tan impactada que pensé que teníamos que hacerlo en nuestro país. Fruto de ello es el impulso a los primeros programas de mediación en Cataluña en justicia juvenil. La verdad es que la idea del perdón y que toda persona que produce un daño tiene la obligación moral de repararlo forma parte de mis convicciones más profundas.

Fundación Pere Tarrés. ¿Cómo crees que se puede transformar el modelo actual de justicia social?
Esther Giménez-Salinas.
Asistimos hoy a unos cambios vertiginosos donde una sociedad como la nuestra que aparentemente luchaba por la igualdad social se ha convertido en uno de los periodos donde la desigualdad más se ha acentuado. Sin igualdad de oportunidades, un estado del bienestar en peligro y cuotas de pobreza cada vez más grandes es más necesario que nunca comprometerse con un modelo de transformación respetuoso con los derechos humanos y la igualdad de oportunidades.

Fundación Pere Tarrés. ¿En qué sentido la justicia social y restaurativa es un motor de progreso de la justicia social?
Esther Giménez-Salinas.
La justicia penal tradicional castiga a los más pobres. Un solo vistazo a cualquier cárcel muestra con claridad quiénes son sus destinatarios. La Justicia Restaurativa intenta equilibrar las responsabilidades y acercarse a las víctimas y las personas que han cometido delitos, pero también a la comunidad asumiendo la idea de que los delitos nos afectan de una manera u otra a todos. Así, la respuesta que se busca desde la Justicia Restaurativa no tanto la sanción, sino la posibilidad de reparar el daño.

Fundación Pere Tarrés. ¿Qué necesitamos como sociedad para potenciar la reinserción y rehabilitación de los presos?
Esther Giménez-Salinas.
Bueno, la reinserción, tal y como se concibe, plantea muchas dudas. Entre otras cosas porque sus principales destinatarios no necesitan en la mayoría de casos el prefijo re , sino una mejor socialización y educación primaria. A partir de aquí hay que aceptar que la prisión como tal no es el hábitat más adecuado para conseguirlo y para ello sería necesario, en primer lugar, cambiar el modelo penitenciario para transformar las cárceles en lugares, si no más amables, al menos más humanos.

Fundación Pere Tarrés. ¿Cómo te gustaría que fuera el modelo de justicia en nuestro país dentro de 20 años?
Esther Giménez-Salinas.
Seguramente me centraría en cuatro cuestiones:

1.- La reducción del 70% de la población penitenciaria. Sé que eliminar las cárceles completamente no es posible, pero si lo es reducirlas.

2.- Una concepción de la Justicia Restaurativa mucho más amplia, de manera que quien infrinja un daño comprenda la obligación moral y no sólo la obligación jurídica de repararlo.

3.- Un sistema penal donde las desigualdades sociales y la falta de oportunidades también fuera tenida en cuenta.

4.- Y, sobre todo, un sistema que retrasara al máximo la edad de entrada en el sistema penal de los más jóvenes.

Fundación Pere Tarrés. ¿Qué aporta la Cátedra de Justicia Social y Restaurativa Pere Tarrés - URL en nuestra sociedad?
Esther Giménez-Salinas.
La Cátedra es de todos aquellos que de manera general son más o menos de acuerdo con lo que he comentado hasta ahora en esta entrevista. La nuestra es una sociedad muy punitiva, impregnada de la idea de castigo y la separación de personas a las que estigmatiza, sin tener en cuenta las desigualdades sociales. Desde la investigación y la innovación quisiéramos demostrar que es posible otra forma de concebir la justicia y que no es una quimera, sino que falta voluntad de realizarlo. A través de la Cátedra queremos influir en la sociedad, en la academia y especialmente en los alumnos, en los poderes públicos y también en los legisladores para ponerlo en práctica.