19.03.21
Hoy en día, se calcula que el 30% de los niños y niñas de Cataluña se encuentran en situación de pobreza, y la crisis social generada por la pandemia ha provocado un colapso del sistema de los servicios sociales que ha precarizado aún más la situación de muchas familias que ya se encontraban en una situación de fragilidad social. En este contexto, en 2020 la Fundación Pere Tarrés puso en marcha como cada año su campaña "Ayúdales a crecer", que agrupa la totalidad de proyectos solidarios de la entidad y que a lo largo de todo el año ha permitido que 8.848 niños de familias en situación de vulnerabilidad participaran en actividades de ocio.
La pandemia ha cambiado las vidas de muchas familias que ya se encontraban en situaciones muy complicadas y que desde marzo de 2020 han perdido sus fuentes de ingresos o han visto como empeoraban sus condiciones laborales y han sufrido también problemas para cubrir necesidades tan básicas como la higiene, la alimentación o la falta de conectividad. En este contexto, la mitad de niños no participan en extraescolares ni actividades de ocio, lo que agrava la brecha educativa y social, ya que numerosos estudios constatan que las actividades de ocio educativo (como los casals, las colonias, las actividades de los centros de esplai o las extraescolares) crean oportunidades educativas y generan igualdad social para los niños y jóvenes en riesgo social. Por eso la campaña se marca cada año como uno de sus objetivos principales ofrecer becas para que los niños y niñas de estas familias no queden excluidos del ocio educativo.
La solidaridad de la ciudadanía
Esto es posible gracias a la solidaridad de la ciudadanía, que año tras año se vierte a participar en la campaña. Este año, la campaña ha conseguido la generosidad de 451 donantes particulares y de 105 empresas, algunas de las cuales han hecho aportaciones económicas y otras, en especias (tabletas y ordenadores, mascarillas, productos alimenticios, material escolar, juguetes, etc.). La campaña cuenta también con el apoyo económico de la Generalitat de Cataluña, el Gobierno de las Islas Baleares, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona, la Diputación de Tarragona y la Obra Social "La Caixa”.
Pero la acción solidaria de la entidad este 2020 ha ido más allá. Desde el inicio de la alerta sanitaria decretada a mediados de marzo, la Fundación Pere Tarrés se dió cuenta enseguida como la crisis hacía crecer aún más la situación de exclusión y vulnerabilidad de la infancia y de las familias que la entidad atiende a lo largo del año en los 30 centros socioeducativos adheridos a la red que coordina la Fundación. Esta situación de desigualdad afectó enseguida la calidad educativa en algunos hogares: según el informe “La brecha digital en la ciudad de Barcelona”, elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona, el 27% de los menores de 16 años no pudieron seguir la educación escolar telemática durante el confinamiento. Ante esta situación de emergencia, 249 educadoras y educadores y 224 voluntarios y voluntarias de los centros socioeducativos continuaron acompañando a las familias y a los niños durante el confinamiento, de manera telemática o telefónica primero, y presencialmente cuando fue posible. El equipo de la Fundación les ofreció apoyo logístico a la hora de realizar gestiones diversas (vinculadas a la situación laboral o para acceder a ayudas económicas de instituciones y administraciones) o les resolvió dudas sobre temas como las becas comedor, las medidas de prevención sanitarias o las restricciones del confinamiento, con el objetivo de aligerar su carga emocional y para detectar y prevenir situaciones de emergencia, como la falta de alimentos o la existencia de conflictos familiares. También les ofrecieron apoyo psicológico y educativo y recursos y propuestas de ocio y actividades pedagógicas para hacer con los niños durante los días de confinamiento.
Además, la entidad trabajó para cubrir las necesidades más básicas de estas familias. En este sentido, a lo largo de 2020, y gracias a donativos de particulares y empresas, la Fundación les ha podido facilitar 811 tabletas, 39 pantallas y 450 tarjetas de conexión, además de material higiénico y sanitario, como 10.572 mascarillas, 1.800 guantes y 9.514 geles hidroalcohólicos.
Más plazas en los centros socioeducativos para la pandemia
Una muestra del empeoramiento de esta brecha social ha sido que las medidas de confinamiento y las circunstancias socioeconómicas provocadas por la pandemia hicieron crecer la demanda de los servicios que se ofrecen en los centros socioeducativos de la Fundación, lo que provocó un aumento exponencial de las listas de espera al inicio del curso 2020/21. Por este motivo, se ampliaron las plazas para niños de entre 6 y 12 años en los centros socioeducativos Poble-Sec y Poblenou, de Barcelona, con 20 y 10 plazas más, respectivamente. La tarea de apoyo educativo y social que realiza la Fundación Pere Tarrés con los centros adheridos a su red abarca 30 centros socioeducativos que acompañan anualmente 3.775 niños.
Por otra parte, en las primeras semanas de la pandemia, la Fundación Pere Tarrés también se puso a disposición de otros colectivos afectados y puso sus equipamientos al servicio de las administraciones públicas: a petición del Ayuntamiento de Barcelona reabrió el Albergue Pere Tarrés para atender a personas en situación de vulnerabilidad; cedió camas de la casa de colonias La Conreria al Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), de Badalona, y también atendió y alojó en la residencia de estudiantes que la Fundación Pere Tarrés gestiona en Madrid a una decena de estudiantes de Canarias y Latinoamérica que no pudieron volver a sus lugares de origen debido al confinamiento.
Coronakits y recogida de juguetes
En los últimos meses del año, coincidiendo con el inicio del curso escolar y ante la previsión de cuarentenas y aislamientos temporales en casa de los grupos escolares burbuja, la Fundación ha puesto en marcha también un nuevo proyecto, los Coronakits. Se trata de unos packs de material escolar para entregar a los niños y jóvenes que deban quedar días en casa y facilitarles así el seguimiento de las tareas escolares. El objetivo es garantizar un curso escolar e inclusivo, y evitar que ningún niño, niña o joven se quede atrás en los aprendizajes escolares por falta del material necesario debido a la situación socioeconómica de su familia.
Finalmente, a pesar de la complejidad y la incertidumbre del año que hemos vivido, los niños que cada día asisten a los centros socioeducativos adheridos a la red de la Fundación Pere Tarrés han podido disfrutar estas fiestas, una vez más, de juegos, juguetes, libros y manualidades. Esto ha sido posible gracias a una campaña mediante la cual decenas de empresas han apadrinado las cartas a los Reyes que cada centro había escrito, financiando la compra del material. En total, durante las fiestas de Navidad la campaña recogió cerca de 3.000 euros.
Todas estas acciones no hubieran sido posible sin la solidaridad de muchas personas anónimas y de empresas e instituciones que han realizado donativos o han sumado esfuerzos cediendo material muy diverso o colaborando en la difusión de las campañas. Finalmente, también ha tenido un papel clave la Agrupación de Amigos de la Fundación Pere Tarrés, una entidad fundada en 2011 que trabaja durante todo el año generando sinergias para crear una red de colaboración de personas y empresas que contribuyan a mejorar la situación de los colectivos que acompaña la Fundación Pere Tarrés.