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23.05.22

Sin duda, la pandemia de la covid-19 y las restricciones de movilidad y de reunión han dejado un impacto en la sociedad, del que los centros y grupos de esplai no han estado exentos. Ahora, con el regreso a una cierta normalidad, un grupo de 500 monitores y monitoras del Movimiento de Centros de Esplai Cristianos Catalanes (MCECC) – Fundación Pere Tarrés se encontraron este sábado en Igualada para repensar y sentar las bases de la labor educativa de los centros y grupos de esplai.

Uno de los principales ejes de acción que se marcó esta jornada de monitores y monitoras es reforzar la contribución del fomento de la lengua y la cultura catalana que se realiza en las actividades de ocio educativo. En esta línea, los centros y grupos de esplai vinculados al MCECC-Fundación Pere Tarrés se comprometieron a incrementar las acciones de promoción y uso de la lengua catalana como un elemento de cohesión social.

Cabe destacar que las actividades de ocio educativo son un espacio esencial para el aprendizaje de los niños, adolescentes y jóvenes donde adquieren nuevos valores y conocimientos en un entorno lúdico a la vez que mejoran sus competencias académicas a través de convivir y compartir con personas muy diversas. En este contexto, los centros y clubes de esplai del MCECC-Fundación Pere Tarrés tienen como lengua vehicular el catalán, lo que incrementa el uso de este idioma en los entornos educativos informales y lúdicos que se producen fuera del aula.

“Como entidad que trabajamos en el territorio, el fomento del catalán es prioritario para nosotros y entendemos que es una herramienta de cohesión e inclusión social. En este sentido, creemos que el ocio educativo es esencial para promocionar el uso del catalán. En las aulas, niños y niñas, adolescentes y jóvenes aprenden la parte más académica del idioma, pero en las actividades de ocio educativo mejoran sus habilidades y competencias lingüísticas a través de compartir espacios lúdicos y de reflexión con otras personas de realidades muy diversas a las suyas”, aseguró Joan Morte, vicepresidente del MCECC.

En esta misma línea, los centros y grupos de esplai también se marcaron como retos realizar acciones con el resto de federaciones y entidades por la defensa del catalán en el ámbito del ocio educativo, promover la música catalana, así como impulsar la riqueza y la diversidad lingüística del idioma.

Fomentar la igualdad entre hombre y mujer

En esta jornada también se determinó que otro de los retos clave de la labor educativa de los centros y grupos de esplai del MCECC – Fundación Pere Tarrés debe ser el fomento de la igualdad entre hombre y mujer para erradicar las violencias machistas.

De hecho, la igualdad, el respeto y la no discriminación son algunos de los valores esenciales que se trabajan en las entidades del ocio educativo. En las actividades que se desarrollan todo el mundo participa por igual, sin diferenciación de género ni origen. De esta forma, se quiere potenciar un valor clave para la cohesión social como es la igualdad entre las personas.

En esta línea, la jornada de Igualada contó con una formación sobre cómo introducir una perspectiva con valores de igualdad en los centros y grupos de esplai para erradicar las violencias machistas. También, se instaló un Punto Lila en el encuentro, un espacio para prevenir y atender posibles actitudes machistas durante el evento, así como informar y sensibilizar sobre los comportamientos sexistas que pueden darse en espacios públicos. También sirvió para divulgar los recursos propios que dispone el MCECC para trabajar una perspectiva feminista dentro de los centros y grupos de esplai.

Otro de los valores clave que se quiere impulsar desde los centros y clubes de esplai es la importancia de llevar a cabo acciones más sostenibles con el planeta. En este sentido, durante el encuentro se llevaron a cabo iniciativas que impulsan la sostenibilidad como eliminar el uso de envases, consumir productos de proximidad, pesar los residuos o la organización de transportes colectivos para llegar a ellos. También, la comida que sobró se entregó a entidades sociales para no derrocharla.

“Para nosotros el ocio no es meramente un espacio de ocio, sino que también tiene un valor educativo clave, en el que se adquieren nuevos valores como la igualdad o la importancia de preservar el medio. Todos estos aprendizajes los transmitimos a través de nuestras acciones y actividades, por lo que este encuentro de monitores y monitoras es esencial para formarlos, de modo que cada centro y club de esplai tenga su propia autonomía”, explicó Anna Grau, presidenta del MCECC.

Primer encuentro presencial en dos años

Tras dos años de reuniones telemáticas, esta jornada de monitores y monitoras recuperó la presencialidad. Muchos de los asistentes no han conocido cómo eran los centros de esplai antes de la pandemia y, por tanto, era la primera vez que tenían la oportunidad de conocer a otros monitores y monitoras en un ambiente lúdico, pero también de trabajo, formación y reflexión.

Precisamente, el principal reto fue asentar de nuevo las bases de la labor educativa de los centros de esplai de cara a repensar el nuevo curso. Por este motivo, el encuentro, que llevó por lema “Construyéndote en el esplai”, giró en torno a cinco grandes ejes: los niños, las niñas y los jóvenes, el equipo educativo, el entorno y la comunidad, los valores y las emociones y la gestión. Estos contenidos los trabajaron a través del juego, charlas, formaciones y actividades. 

"Poder encontrarnos después de tres años ha comportado que los monitores y monitoras vivan esta jornada con ilusión, que podrán transmitir después en sus centros y clubes de esplai", afirmó Grau.

El Movimiento de Centros de Esplai Cristianos Catalanes (MCECC) de la Fundación Pere Tarrés es una federación con un bagaje de más de 60 años que agrupa a más de 200 centros de esplai distribuidos entre las provincias de Barcelona, ​​Tarragona, Lleida y Girona , Castellón, las islas de Mallorca y Menorca y también el Principado de Andorra. Sus centros acogen a cerca de 25.000 niños, adolescentes y jóvenes, gracias a la labor educativa y voluntaria de unos 4.500 monitores y monitoras.

En este enlace puede ver con imágenes cómo los jóvenes vivieron la Jornada de Monitores y Monitores