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18.10.23

Innovación, transformación digital y la necesidad de unos aprendizajes más prácticos y aplicables a cada contexto laboral. Éstas son las recetas que ayer se pusieron sobre la mesa para abordar lo que debe ser el presente y el futuro de la formación en el sector social, en el acto inaugural del curso académico 2023-2024 del centro de formación de la Fundación Pere Tarrés. El acto sirvió también para destacar la importancia de la formación como estrategia para mejorar la sociedad: “Queremos poner en valor la educación como herramienta imprescindible para la transformación social”, afirmó ayer el director del área de formación de la Fundación, Rafael Ruiz de Gauna. 

Bajo el título “Claves, potencialidades y retos: la nueva formación profesional en el sector social”, el acto, al que asistieron unas sesenta personas, incluyó una mesa redonda sobre la transformación digital en el sector del empleo y la entrega de premios a la excelencia y a la innovación a los alumnos y alumnas del centro de formación Pere Tarrés. 

Rafael Ruiz de Gauna relacionó la actividad pedagógica del centro con la identidad y los valores sociales y educativos de la Fundación y puso como ejemplo de esta voluntad de transformación la incorporación de nuevos ciclos formativos dirigidos a potenciar las competencias de los profesionales de la acción social, como los de Integración Social y Educación Infantil, especialmente importantes en un contexto de cronificación de la pobreza en Cataluña, donde cerca de un 30% de la infancia vive en situación de pobreza, y en una sociedad con crecientes situaciones de dependencia y envejecimiento. Ruiz de Gauna destacó también la necesidad de “actualizarnos permanentemente y de seguir creciendo a través de la formación”, adquiriendo conocimientos prácticos acompañados de un aprendizaje teórico. “Necesitamos formación aterrizada, aplicable a personas y contextos determinados”, concluyó, antes de realzar el talento humano de las personas que forman los equipos pedagógicos y de acompañamiento: “Es importante que los miembros de una organización nos sintamos satisfechos con la tarea llevada a cabo para poder seguir vinculados a la entidad.” 

La mesa redonda contrapuso los puntos de vista del experto en transformación digital Adrià Cuenca y subdirector de empleo juvenil y cualificación profesional del Servicio de Ocupación de Catalunya, Miquel Carrión. Cuenca animó a las entidades a formar parte de los entornos digitales: “No podemos quedarnos atrás. Es necesaria creatividad y que las bases de datos faciliten la participación mediante sistemas como los CRM (herramientas de gestión de las relaciones con los clientes).” Carrión, a su vez, dio a conocer la nueva ley de la formación profesional en la que el Govern está trabajando, y que incluye la orientación profesional como un derecho: “La formación profesional es una necesidad social que va ganando prestigio. Se obtienen mejores resultados por encontrar trabajo a corto plazo desde los ciclos formativos antes que desde los estudios universitarios”, explicó. Carrión detalló los puntos clave de la nueva ley, que eliminará la distinción entre la formación reglada y la no reglada, incorporará la profesionalidad en el currículo e introducirá las microcredenciales, es decir, acreditaciones que se obtendrán al haber aprendido aprendizajes concretos y tecnificados. 

Erika Tobalina, responsable académica del centro de formación de la Fundación, intervino exponiendo las nuevas líneas que compondrán la oferta formativa del centro de formación Pere Tarrés este curso y opinó que "la transferencia de conocimiento es esencial mediante metodologías activas". 

El acto se cerró con la entrega de premios a la excelencia y a la innovación académica del alumnado. Teresa Berenguer, coordinadora del área de formación subvencionada del centro de formación Pere Tarrés y Xavier Nus, responsable del área de ocio educativo, entregaron los galardones, respectivamente.