08.08.24
La Fundación Pere Tarrés arranca sus actividades de agosto para niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad, que participarán hasta final de mes en unas 40 actividades de casales y colonias becados en todo Cataluña, acompañados por más de 150 monitores y monitoras.
El lunes, un autocar con niños, adolescentes y jóvenes provenientes de varias zonas de Cataluña salía de la calle Numancia de Barcelona en dirección al albergue La Conrería (Tiana), en el Maresme, para pasar una semana de diversión, conocimientos y contacto con la naturaleza. Es la primera de las 40 actividades becadas que la Fundación Pere Tarrés pone en marcha durante el mes de agosto, dirigidas a niños de familias con dificultades sociales. Algunos de estos niños, niñas y jóvenes es la primera vez que disfrutarán de unas colonias en verano. En total, unos 1.800 niños y adolescentes de familias en situación de riesgo vivirán esta experiencia acompañados por más de 150 monitores y monitoras.
Las actividades de ocio educativo son esenciales para el desarrollo de competencias y para el refuerzo emocional de los niños y jóvenes, y son especialmente recomendables en contextos vulnerables. Pero además, en agosto, esta necesidad se incrementa porque los recursos sociales que normalmente acompañan muchos de estos niños dejan de funcionar y muchas familias en situación vulnerable tienen importantes problemas de conciliación familiar. Muchos niños se tienen que quedar todo el día cerrados en casa o estando en la calle, sin la supervisión de ningún adulto, y muchas veces abusan de las pantallas y de la alimentación poco saludable. Los espacios de ocio suponen entornos seguros, reparadores y de desconexión que además les garantizan estímulos educativos y una comida nutritiva al día, como mínimo.
Estas colonias marcan el inicio de las actividades becadas que la Fundación Pere Tarrés ha preparado en agosto para niños y jóvenes de familias en situación de vulnerabilidad enmarcadas en la campaña “Ningún niño o niña sin colonias”. Esta campaña engloba las actividades que los centros socioeducativos de la red de la Fundación promueven en julio, los niños becados en actividades de verano de los centros de esplai del Movimiento de Centros de Esplai Cristianos Catalanes y estos casales y colonias organizados expresamente para cubrir las necesidades educativas y de conciliación que surgen el mes de agosto. El programa de becas se financia gracias a las donaciones de empresas, administraciones, ciudadanos a título particular y aportaciones propias de la Fundación.
Las colonias sociales de la Fundación Pere Tarrés este agosto, que cuentan con un equipo pedagógico de 70 monitores y monitoras y directores y directoras de actividades, tienen lugar en cinco de sus instalaciones. Además de acoger los niños, adolescentes y jóvenes en La Conrería, la entidad lo hace en el albergue Montsec Mur (Guàrdia de Noguera), en la demarcación de Lleida, en la casa de colonias Casal Esperança (Ogassa), a la demarcación de Girona, y en las casas Santa Maria del Roure (Cantonigròs) y en La Ruca (Avinyó), ambas en la demarcación de Barcelona. El lunes por la mañana, en el pistoletazo de salida de las actividades sociales de agosto, la alegría ha sido uno de los elementos principales. Así lo ha explicado Joan, padre de un niño participante en estas colonias: “De cara a la diversión de nuestros hijos e hijas en verano, esta propuesta educativa es muy importante: vemos como viven la ilusión, tanto hoy, como los días previos, con la preparación. Como niños que son, los toca disfrutar del verano”, comparte el padre.
Además, la entidad organiza más de una quincena de casales con la misma finalidad que las colonias sociales: garantizar de forma diaria un acompañamiento educativo, emocional y alimentario. Más de una decena de los casales sociales están en Barcelona, mientras que dos de ellos están en la Cataluña Central y tres en la demarcación de Tarragona. En este caso, 85 monitores y monitoras acompañan estos niños y jóvenes.
Durante todo este verano, la Fundación Pere Tarrés calcula que habrá becado alrededor de 6.500 niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social, más que nunca antes. “Para estos niños, vivir estas actividades becadas es esencial para que no hagan un uso excesivo de pantallas en su domicilio, puedan comer saludablemente y el tiempo de juego sea un vehículo para su desarrollo competencial, emocional y humano”, concluye la coordinadora de campañas sociales de la Fundación Pere Tarrés, Alana Hurtado.