14.09.20
Apreciadas, apreciados,
Empezamos un nuevo curso como nunca antes lo habíamos empezado en la Universidad Ramon Llull. Un curso marcado por la situación excepcional provocada por la pandemia de la Covid-19 que estalló el pasado mes de marzo y que condicionó fuertemente el segundo semestre y la finalización del curso 2019-20.
En los últimos meses, a causa de la abrupta excepcionalidad vivida, estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios habéis hecho un gran esfuerzo para transitar de un modelo de enseñanza-aprendizaje presencial a un modelo de "enseñanza remota de emergencia". Como Universidad trasladamos -en pocos días- la mayor parte de actividades al espacio virtual, con actividades sincrónicas a través de videoconferencias y manteniendo la mayor parte de los horarios lectivos. De esta manera, estudiantes y profesorado compartisteis lo más parecido a un espacio físico y con las rutinas horarias ordinarias. La prioridad fue que ninguno perdiera el curso a pesar de las circunstancias y, por tanto, se debía garantizar la consecución de las competencias en cada uno de los estudios. No es necesario decir que el resto de actividades universitarias, más allá de la misión docente, se vieron afectadas, pero la Universidad siguió activa y en pleno funcionamiento.
Tuvimos que lamentar que, durante la vigencia del estado de alarma y en el Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad, nada se previó para las universidades, a pesar de las insistentes demandas de recuperar parcialmente nuestra actividad. El hecho de que se priorizara la recuperación de ciertos sectores de actividad económica antes que la formación superior es un motivo de preocupación que nos debería hacer reflexionar como sociedad. Una situación que incluso ha sido motivo de análisis en la prensa internacional.
En este contexto social tan crítico, hemos vivido con orgullo cómo el alumnado de ciencias de la salud de nuestra Universidad se incorporaba de urgencia al sistema sanitario para, literalmente, ayudar a salvar vidas; y hemos presenciado también cómo las acciones de voluntariado y de solidaridad se multiplicaban en todos los centros de la Universidad tomando muchas y diversas formas. También una parte de nuestra investigación se ha reorientado con proyectos dedicados a la lucha contra la Covid-19 y sus efectos. La pandemia nos da una gran oportunidad para reflexionar humildemente y tomar conciencia de la fragilidad y del sentido de comunidad. Fue, y continúa siendo, un tiempo en el que todo el mundo debe dar lo mejor de sí mismo. Creo que podemos estar muy orgullosos de la respuesta de nuestra comunidad universitaria en este nuevo y gigantesco reto. No me cansaré nunca de decirlo, y de agradecer a todas y a todos el compromiso, el esfuerzo y la dedicación que lo está haciendo posible.
Estos días, si hay una palabra que está en boca de todos ante el curso que ahora empezamos es incertidumbre. Incertidumbre en todos los sentidos: en la evolución de la pandemia, en las medidas a tomar para contener la propagación del virus, en cómo será nuestro día a día, en cómo nos adaptaremos a la condicionada cotidianidad, en la movilidad internacional, en la respuesta de la investigación, etc. Lo que sí que podemos asegurar es que nos hemos preparado intensamente para afrontar con todas las garantías este nuevo curso.
Nos hemos preparado para implementar un modelo de enseñanza-aprendizaje mixto que, dando cumplimiento a las necesarias medidas sanitarias, combina la máxima presencialidad física autorizada con una telepresencialidad que se acerca todo lo posible a la habitual experiencia en nuestras aulas. Somos, y queremos ser, una universidad presencial, pero la excepcional situación nos ha hecho explorar como nunca las posibilidades de las nuevas tecnologías. Estamos preparados para recuperar la plena presencialidad física tan pronto como se pueda, y también estamos preparados para intensificar la virtualidad si la evolución de la pandemia así lo exigiera. La experiencia vivida, y la respuesta de nuestra comunidad universitaria, nos hacen visualizar el futuro con plena confianza.
No quisiera acabar sin dedicar unas palabras especiales a los nuevos estudiantes que os incorporáis por primera vez a la Universidad. La mayor parte de vosotros habéis tenido que prepararos para uno de los retos más grandes de vuestra vida estudiantil, como son las pruebas de acceso a la universidad, en una situación inusual y ciertamente inimaginable antes. ¡Lo habéis conseguido! Os estáis convirtiendo en universitarios de una manera que no podréis olvidar. Por ello hemos tenido especial cuidado preparando vuestra incorporación a la Universidad, para haceros las cosas lo más fáciles posible en un tránsito tan importante en vuestra trayectoria. ¡Sed bienvenidas y bienvenidos!
Nadie puede pensar que el día a día de este nuevo curso será fácil, pero nadie debe tener ninguna duda de que todas y todos daremos lo mejor de nosotros para hacerlo posible. ¡Estamos preparados, estamos a punto!
¡Que tengamos un buen curso 2020-21!
Dr. Josep Maria Garrell i Guiu
Rector