05.05.22
La crisis económica y social que han generado dos años de pandemia se arrastrará todavía durante muchos años, al tiempo que las consecuencias de la guerra de Ucrania están agravando aún más la situación de vulnerabilidad social en la que ya se encontraban muchas familias. La Fundación Pere Tarrés está convencida de que la educación en el ocio contribuye al desarrollo de los niños y niñas, especialmente los más vulnerables, y por eso cada año pone en marcha la campaña Ningún niño ni niña sin colonias, que tiene por objetivo garantizar el acceso a las actividades de ocio en verano a este colectivo en situación de vulnerabilidad a través de un programa de becas y que el pasado año becó las actividades de verano de 5.249 niños y niñas, más que nunca antes. Este año está previsto incrementar esta cifra en al menos un 10% para atender a las necesidades sociales crecientes, porque todas las evidencias indican que las consecuencias de la pandemia han sido devastadoras y que los niños son los que han salido peor parados. Según la entidad Save the Children, 1 de cada 3 niños vive en riesgo de pobreza y exclusión social en el Estado español, mientras que la propia entidad ha cifrado el aumento de la pobreza infantil en Cataluña en cerca de un 33% por la crisis generada por la covid-19.
Más allá de los indicadores generales que muestran la evidencia de que la situación socioeconómica de las familias no ha hecho más que empeorar, los datos que tiene la Fundación Pere Tarrés sobre las personas que solicitan beca para las actividades de verano ya marcan desde hace años el surgimiento de un nuevo perfil de personas en vulnerabilidad. De hecho, según una encuesta realizada a partir de los perfiles de las familias que recibieron una beca en 2021, más de un 70% afirman que sus dificultades económicas se han visto aumentadas en 2021. Esta cifra implica que estas familias se encuentran a diario con situaciones que hacen muy complicada la vida diaria. Por ejemplo, tres de cada cuatro familias encuestadas tienen dificultades para pagar vacaciones una vez al año; casi la mitad afirma tener dificultades para pagar recibos y 4 de cada 10 no pueden mantener la temperatura de casa de forma adecuada. 7 de cada 10 afirman no tener coche personal, un 35% carecen de ordenador y un 23,3% no gozan de conexión a internet.
El análisis de las condiciones económicas y de habitabilidad de estas familias evidencia también que un 78% de las familias analizadas pueden considerarse en riesgo de pobreza o exclusión social: 3 de cada 4 hogares del estudio tienen rentas inferiores al umbral de referencia de pobreza moderada (60% de la media de la renta nacional), mientras que 3 de cada 10 han trabajado menos del 20% del total de meses laborables en el último año.
Otros datos que muestra el informe son que el 75% de los niños y niñas que reciben beca son de nacionalidad española y viven, en el 40% de los casos, en familias monoparentales. 4 de cada 10 familias viven de alquiler y en el 23% de los casos, en el hogar viven también personas que no forman parte del núcleo familiar. La renta media de estas familias se sitúa entre los 5.000 y los 15.000 euros. Además, 4 de cada 10 familias tienen ingresos mensuales inferiores a 1.000 euros. Por persona, la renta media es de 3.547€.
Según el informe, en la mitad de familias sólo trabaja una persona, el 41% tiene a alguien de la familia en paro y el 56% de estas personas que no tienen trabajo no reciben ninguna prestación por desempleo. Asimismo, el 60% de las personas que afirman encontrarse en paro llevan en esta situación más de dos años.
Informe completo aquí
Más listas de espera en los centros socioeducativos
Más allá de la radiografía de las personas que solicitan una ayuda para poder financiar actividades de ocio de sus hijos e hijas, otra muestra muy clara de que el aumento de las situaciones de vulnerabilidad, lejos de menguar, no ha hecho más que aumentar en el último año son las listas de espera que registran los centros socioeducativos de la Fundación Pere Tarrés que acompañan cada tarde a niños y niñas en situación vulnerable. En estos centros, los asistentes refuerzan su aprendizaje, pero sobre todo participan de un espacio acogedor de ocio que les saca por unas horas de las situaciones complejas que muchos de ellos viven.
Actualmente, hay más de 300 familias en lista de espera para acceder a uno de los tres centros propios que la Fundación tiene en Barcelona (en los barrios de Poblenou, el Raval y el Poble-sec), cuando cada uno de estos centros ya acompaña a lo largo de la semana a casi 200 personas. El caso más relevante es el del Centro socioeducativo Poble-sec, donde hay 170 niños y niñas en lista de espera.
Y es que, dado el retrato que se desprende de todos estos datos, el ocio educativo es más necesario que nunca, especialmente para todos aquellos niños y niñas en riesgo de vulnerabilidad social. Después de dos años muy complicados, con angustias provocadas por la situación sanitaria y por los problemas económicos, los casales y colonias volverán a ser este verano un espacio reparador que reforzará las competencias personales, profesionales y de crecimiento emocional de los niños y niñas. Las diferentes crisis sociales y económicas acumuladas han generado un importante sufrimiento social y emocional de las familias y de los pequeños y pequeñas, y el ocio en el tiempo libre ofrece a estos niños y niñas la oportunidad de generar experiencias positivas que les ayudarán a gestionar los conflictos presentes y futuros.
Por otra parte, la situación de crisis social se ha visto empeorada por las consecuencias del encarecimiento de los precios de la energía y por la guerra de Ucrania, dos hechos que, sumados, han disparado el precio de los productos cotidianos como la electricidad o los carburantes, que marcan a diario máximos históricos, pero también otros productos de consumo diario, como el aceite. El desplazamiento de miles de personas refugiadas hasta Cataluña también está suponiendo un reto. En este sentido, como ya hizo durante la pandemia y como ha hecho en anteriores crisis sociales generadas por desplazamientos de conflictos bélicos (como fue el caso de las personas refugiadas de la guerra de Siria), la Fundación Pere Tarrés se ha implicado en varios proyectos solidarios para acoger y acompañar a las familias ucranianas que han llegado a nuestra casa huyendo de la guerra.
Uno de estos proyectos es un programa de ocio dirigido a una treintena de niños y niñas ucranianos de entre 4 y 18 años de familias que han llegado de Ucrania estas últimas semanas, encargado por el Ayuntamiento de Barcelona a 6 entidades distintas de la ciudad. Varios educadores y educadoras, con la ayuda de una traductora voluntaria, promueven cada día de lunes a viernes actividades deportivas y de ocio para los pequeños y pequeñas que se convierten en un espacio de reparación emocional después de semanas de angustia, además de ayudarles en la adquisición de nuevo vocabulario y aprendizaje de la lengua.
Proyecto para acoger familias ucranianas en hogares catalanes
Por otra parte, la Fundación Pere Tarrés también participa en la iniciativa "Familia necesita familia", que acompaña a familias catalanas en el proceso de acogimiento temporal a familias refugiadas de Ucrania en su domicilio. El programa, que se lleva a cabo en las provincias de Barcelona, Madrid, Málaga y Murcia, está organizado por la Fundación La Caixa y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MISSMI), con la colaboración de diversas entidades, como la Fundación, que coordinan las oficinas técnicas de acogida en todo el territorio.
La finalidad del programa es generar un espacio de convivencia entre ambas familias para facilitar la adaptación de los recién llegados a la sociedad. En estas oficinas de acogida, las trabajadoras de la entidad realizan una valoración de la idoneidad de las familias catalanas que quieren acoger y se encargan de coordinar todo el proceso de acogida, que consta de una sesión informativa, entrevistas individualizadas a las familias y una visita al domicilio, hasta que, desde el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se escogerá el hogar más óptimo para cada familia ucraniana acorde con sus necesidades y particularidades. Las propias profesionales de las oficinas técnicas también harán un acompañamiento a la familia acogedora durante el tiempo de acogida.
En tercer lugar, la Fundación también abre este mes una línea de becas específicas dirigidas a los niños y niñas de familias refugiadas de Ucrania que participan en centros de esparcimiento y centros socioeducativos. El objetivo es ayudar a las familias a costear las actividades de verano de sus hijos e hijas durante el mes de agosto.
El vídeo de la campaña, con Mediapro y Mònica Terribas
Este año, la productora Mediapro vuelve a colaborar en la realización del vídeo de la campaña Ningún niño sin colonias, que cuenta también con la voz en off de la periodista Mònica Terribas.
Puede ver aquí el vídeo de la campaña Ningún niño sin colonias:
https://youtu.be/LsHFiwd88oI
Para poder dar oportunidades a los niños en situación de vulnerabilidad, la Fundación Pere Tarrés destinó el año pasado a la campaña un total de 1.565.975,03€, una cifra que se alcanzó gracias al apoyo y aportaciones de numerosas instituciones, empresas y particulares. La campaña “Ningún niño sin colonias” cuenta con el apoyo económico de la Generalidad de Cataluña, la Consejería de Servicios Sociales y Cooperación de las Islas Baleares, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Tarragona, la Obra Social de La Caixa y donantes particulares y empresas.