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08.06.20

Una vez confirmado que el tiempo libre educativo tendrá un peso importante este verano y que el Govern de la Generalitat lo apoyará al considerarlo básico para la necesaria desconexión de los niños después de semanas de confinamiento, la Fundación Pere Tarrés ha terminado estos días la adaptación de sus actividades de tiempo libre educativo y de sus casas de colonias y albergues a las nuevas normativas. También después de las declaraciones de los responsables de pediatría del hospital Germans Trias i Pujol de Badalona la semana pasada donde aseguraban que el contagio de Covid-19 era muy bajo en niños y adolescentes. El objetivo es asegurar un verano de diversión, socialización y bienestar emocional donde los niños, a pesar del contexto diferente de este año, puedan disfrutar como siempre de las actividades de tiempo libre educativo.

La Dirección General de Juventud y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña han decretado varios protocolos de prevención contra el Covid-19 en la elaboración de los cuales la Fundación Pere Tarrés ha participado destacadamente y de manera muy implicada. Ahora, los responsables de las 19 casas de colonias y albergues de la entidad están adecuando los espacios para poderlos adaptar a la normativa y planificando las acciones a realizar en las diferentes actividades, en los espacios de comedor o durante los traslados.

En cuanto a los espacios, algunas de las medidas que se aplicarán son, por ejemplo, la ventilación periódica, la limpieza e higienización de los espacios una vez utilizados, la colocación de varios puntos de lavado de manos con jabón o papel secante de desechables o la señalización y la instalación de carteles informativos en todas las instalaciones para recordar en todo momento las medidas a seguir.

En las diferentes actividades de tiempo libre educativo que se realicen en casals y colonias se han establecido los procedimientos necesarios para tomar la temperatura y realizar la comprobación de síntomas cada día a los niños y niñas y a los monitores/as; dividir los niños, adolescentes y jóvenes en grupos pequeños de convivencia con autonomía dentro de la colonia de un máximo de 10 personas; velar para que no se compartan objetos y se guarden en espacios individuales; minimizar cruces entre personas de diferentes grupos en las instalaciones; fomentar el lavado sistemático de manos después de cada actividad; establecer horarios de entrada y salida para evitar coincidir todas las familias a la misma hora; y trabajar siempre con mascarilla y guantes cuando se esté a una distancia de menos de dos metros de los niños; entre otras medidas. Los monitores de los diferentes centros y colonias dispondrán de todos los equipos de protección necesarios y la formación adecuada, y de hecho, de manera paralela a la puesta en marcha de todas estas medidas, deberán pasar una formación obligatoria de prevención de riesgos.

En los espacios de comedor, tanto en casals como colonias, está previsto organizar turnos para mantener la distancia de seguridad y los niños deberán sentarse ocupando el 50% de las mesas según las directrices establecidas por el Departamento de Salud. La comida se servirá emplatada para cada persona y no se utilizarán bandejas comunes. Tampoco se podrán utilizar utensilios compartidos como vinagreras o saleros. Cuando termine cada turno de comida se desinfectarán los espacios. En cuanto al personal de cocina, manipulará los platos y comida con mascarilla y guantes.

En cuanto a los traslados durante las diferentes actividades de ocio, si se utilizan autocares o furgonetas habrá que ocuparlos como máximo a un 50% de su capacidad y los niños y niñas se sentarán en asientos alternos en forma de zig-zag. Todos los ocupantes del vehículo deberán llevar mascarilla.

Además de estas adaptaciones, en el caso de las colonias se aplicarán algunas medidas específicas como la distancia entre las literas, la desinfección de duchas y aseos, la ventilación de sacos de dormir, la disposición de una habitación reservada como enfermería y la organización de turnos para espacios de uso compartido como piscinas o polideportivos, para evitar aglomeraciones, según el aforo establecido.

En el caso de las acampadas, habrá que priorizar el uso de tiendas de campaña grandes u otras instalaciones de acampada que permitan una fácil ventilación y garantizando siempre la distancia mínima de separación física.

Aparte de este documento de ámbito más general, la Fundación también ha elaborado un protocolo mucho más detallado para instalaciones como casas de colonias y albergues, que incluye aspectos como los siguientes: cómo deben aparcar los vehículos, cómo hay que organizar la entrada y salida de los grupos de niños, cómo habrá que realizar los cobros, cuáles serán los protocolos de cocina o limpieza o qué medidas de protección e higiene a aplicar en los espacios comunes, habitaciones, aseos o espacios exteriores.

La Fundación Pere Tarrés destinará más de 80.000 euros a la compra de materiales sanitarios y hará llegar materiales de protección a cerca de 150 cntros de esplai y centros socioeducativos de la red de centros adheridos a la entidad. Todo, para poder vivir, una vez más, un verano inolvidable y que será más necesario que nunca para los niños y niñas.

La Fundación Pere Tarrés ha creado un espacio en su web donde ha colgado todos los protocolos y medidas que ha aplicado a sus actividades e instalaciones:

https://www.peretarres.org/la-fundacio/portal-transparencia/covid-19

La Fundación Pere Tarrés es la entidad no lucrativa de educación en el tiempo libre más grande de Cataluña. La Fundación y los 200 centros de esplai federados del Movimiento de Centros de Esplais Cristianos Catalanes (MCECC) están convencidos de que las actividades de educación en el tiempo libre son clave en el desarrollo de los niños, adolescentes y jóvenes, y por ello consideran que estas actividades son este año, después de semanas de confinamiento y emergencia sanitaria, más importantes que nunca. Precisamente por eso una de las prioridades de este verano será asegurar la equidad social para que ningún niño se quede sin participar en las actividades de tiempo libre educativo. El año pasado, la Fundación becó a 4.171 niños para que pudieran disfrutar de actividades de verano y este año se espera que la demanda sea aún más alta.