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La Fundación Pere Tarrés propone 10 consejos para gestionar mejor el inicio de curso en familia

La Fundación Pere Tarrés propone 10 consejos para gestionar mejor el inicio de curso en familia

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Infancia  

03.09.24

Desde su experiencia como entidad dedicada a la educación en el tiempo libre, la Fundación elabora un listado de recomendaciones y de dinámicas basadas en el juego con el objetivo de dar recursos a las familias para poder afrontar estos días complicados emocionalmente que pueden generar nervios en los más pequeños de casa.

El fin del verano y el inicio del curso escolar llegan siempre acompañados de un abanico de emociones que no siempre son fáciles de gestionar. Volver al aula y reencontrar los compañeros y maestros después de un verano en que hemos desconectado tanto y durante tantos días puede generar cierta angustia, especialmente entre los niños y niñas más pequeños. Afrontar con empatía y normalidad estas situaciones, en un momento que suele coincidir también con el retorno a la rutina laboral, puede convertirse en un reto tanto para los niños como para los adultos de la familia. Con un poco de preparación y unos cuantos consejos prácticos, la transición puede ser más suave e incluso divertida. Desde su experiencia como entidad que lleva más de 60 años dedicada a desarrollar proyectos de educación en el tiempo libre, la Fundación Pere Tarrés propone 10 consejos para aplicar en familia para permitir una entrada de curso más agradable e ilusionante, acompañados de algunas dinámicas basadas en el juego que pueden ayudar a visualizar como poner en práctica estos pequeños cambios en el día a día.

1. Cierra simbólicamente el verano y planifica bien el aterrizaje en la escuela. Después de semanas de desconexión, es conveniente hacer una reconexión progresiva a las rutinas escolares unos días antes, cerrando el verano y preparándonos mentalmente para el nuevo curso. 

  • Podemos hacer un cierre simbólico organizando una noche de historias donde cada miembro de la familia comparta el momento más especial de las vacaciones. Esta actividad se puede complementar con un pícnic el fin de semana antes de que empiece la escuela donde podemos aprovechar para hablar sobre qué esperamos del nuevo curso o, con los más pequeños, un calendario hecho a mano que nos sirva para ir haciendo una cuenta atrás y descontar los días que queden para ir a clase.

2. Prepara el primer día. El primer día es importante. Hay que prepararlo el día antes y levantarnos y levantar los niños con tiempo para hacer una transición reposada.

  • Una manera divertida para que la mañana del primer día esté todo a punto puede ser hacer el día antes una “caza del tesoro escolar”, con pistas que lleven el niño o niña a encontrar todo aquello que necesite para la escuela, o un “desfile de moda” para que el niño o niña elija varias opciones de ropa para el día D. La mañana que empiece la escuela podemos almorzar juntos o preparar un almuerzo especial.

3. Pregúntale cómo le ha ido el día: Interésate sobre la jornada de tu hijo o hija, pregúntale qué ha hecho o qué ha aprendido. Especialmente, el primer día por el componente emocional que puede tener, pero también es importante dedicar cada día a lo largo del curso un momento a reflexionar sobre la jornada.

  • Ejemplo: un buen momento puede ser durante la cena. Mientras coméis, hazle preguntas como: "¿Qué has aprendido hoy que no sabías antes?". Una manera diferente para poder compartir las inquietudes del día a día puede ser regalar al niño o niña  un diario del nuevo curso donde pueda escribir o dibujar sus expectativas al inicio y sus experiencias durante el curso. Regularmente, lo podemos ir revisando y promoviendo conversaciones sobre lo que se refleja.

4. Establece rutinas conjuntamente y de mutuo acuerdo. A lo largo de los siguientes días, será muy importante, después de semanas en que la improvisación ha pasado por encima de las rutinas, destinar momentos del día para estudiar, leer y también para descansar.

  • Después de cenar, podemos leer un libro juntos con nuestros hijos e hijas durante 20 minutos antes de ir a dormir.

5. Lee con ellos y ellas: La lectura es una actividad recomendable y provechosa en cualquier edad, pero especialmente en las primeras etapas educativas es básica: los libros abren nuevas ventanas en el mundo, promueven la conexión con los demás, fomentan la imaginación y la creatividad y favorecen el aprendizaje. Así que es básico que desde muy pequeños acompañemos nuestros niños y niñas en el descubrimiento de la lectura.

  • Podemos hacer excursiones regulares a la biblioteca del barrio, elegir juntos un libro y, en el caso de los niños más pequeños, leer un capítulo juntos cada noche. De este modo fomentaremos la lectura colectiva, la escucha activa y la imaginación. Otra actividad para niños y niñas más grandes puede ser formar un club de lectura con todos los miembros de la familia y encontrar un espacio periódico para compartir opiniones y reflexiones sobre los libros escogidos.

6. Busca espacios fijos y prepáralos para que sean agradables para estudiar y hacer las tareas de la escuela: Siempre que nos sea posible, es muy recomendable encontrar un lugar tranquilo, luminoso y equipado en casa para que nuestro hijo o hija pueda estudiar o hacer los deberes.

  • Preparemos un escritorio, si es posible, en el dormitorio del niño o niña, con luz buena y con todos los materiales que necesite al alcance para que sea un lugar agradable de trabajo. Podemos hacer manualidades para decorar este rincón y personalizarlo al gusto del niño o niña. También es recomendable dejar que los niños y niñas puedan personalizar su material escolar con pegatinas, dibujos, cintas de colores... Esto hará que aumente su motivación por las tareas de la escuela.

7. Habla con los y las maestras: Tanto si son nuevos como si ya los conocemos, hay que saber qué esperan de tu hijo o hija, de sus emociones, relaciones y de su desarrollo en el espacio educativo.

  • Asiste a las reuniones de la escuela y pregunta a los y las maestras cómo podemos ayudar desde casa.

8. Ofréceles ayuda con los deberes: Si tu hijo o hija tiene problemas a la hora de hacer las tareas que trae de la escuela, es importante reforzarlos con tu ayuda. Si tu hijo o hija quiere saber más cosas sobre algún tema del cual tú no estás suficientemente informado, busca información o actividades programadas para aprender juntos conocimiento nuevo.

  • Podemos visitar museos o exposiciones relacionados con sus intereses o buscar información conjuntamente. Si no sabemos cómo ayudarles con algunas tareas concretas, podemos buscar un tutor que haga este acompañamiento algún día a la semana o también utilizar recursos en línea, como videos y recursos educativos.

9. Reduce el tiempo destinado a pantallas: La consola de juegos, los móviles o las tabletas han sido compañeros de viaje estas vacaciones, pero ahora hay que ir reduciendo el uso. No dejes que pasen muchas horas ante la pantalla e intenta que este no sea el único recurso de su ocio.

  • Establece una "hora sin pantalla" después de la escuela donde podáis jugar a juegos de mesa. Pequeños momentos de recreo “analógicos” son muy importantes para crear complicidades y generar confianza para explicar el día a día.

10. Escúchalo y participa de la vida de la escuela: Si tu hijo o hija está preocupado por algo que vive en la escuela o durante su cotidianidad, escúchalo y ayúdalo a encontrar la manera de canalizar sus sensaciones. También es importante participar en la vida de la escuela y en las actividades que se organicen y asistir a las reuniones de padres, para estar más conectado con el entorno a tu hijo o hija.

  • Si tu hijo o hija tiene que hacer una prueba o examen, repasad o practicad juntos o buscad recursos para ayudarles a prepararse. Podemos hacerlo en un formato de juego, preparando papeles con preguntas sencillas y respuestas con emoticonos o dibujos que representen emociones: esto le facilitará poder expresar mejor sus sentimientos.

Estas diez recomendaciones se podrían resumir en una: acompaña tu hijo o hija, escúchalo y estate presente y pendiente de su evolución emocional ante un reto tan importante como es comenzar un nuevo curso lectivo. Las emociones y los nervios que seguro que surgirán estos días no siempre son fáciles de expresar con palabras. Hay que ayudar los niños y niñas de casa a expresar estos sentimientos y a comprenderlos, y sobre todo, a entender que ninguna de estas emociones es negativa: todas son necesarias y de todas podemos aprender.

Estos consejos han sido propuestos por Helena Gregorio, del departamento de Escuela y ocio de la Fundación Pere Tarrés.