02.10.24
Ayer, el centro de formación de la Fundación Pere Tarrés inauguraba el curso con el acto "Nuevas oportunidades en la formación de los profesionales de la acción social", un título que ya orientaba el evento de apertura hacia los retos que se le presentan hoy en día a la formación profesional del tercer sector.
El adjunto a la dirección de la entidad, Rafael Ruiz de Gauna, pidió ante los asistentes más "inversión en un sector que todavía está lejos de poderse equiparar al de la educación o al de la salud", concretamente en unas profesiones, las vinculadas a la acción social, que son "intensas en su día a día". Ruiz de Gauna celebraba que la "generación Z está motivada por el aprendizaje continuo", y alentaba las nuevas generaciones a continuarse formando todo y las dificultades.
La pedagoga Pilar Nus, que fue subdirectora general de formación profesional del Departamento de Educación de la Generalitat entre los años 2018 y 2021, hizo valer los contextos informales como el ocio educativo para "construir aprendizajes como si fueran ladrillos, unos encima de los otros". Con esta metáfora visual, Nudo fue desgranando los retos y virtudes que pone delante la nueva ley de la formación profesional, como la combinación de aprendizaje teórico y la adquisición de competencias en el contexto práctico de una empresa.
A su vez, la tabla de expertos moderada por la directora del centro de formación, Sònia Fajardo, incluyó el acuerdo de tres profesionales que apuntaban hacia las mejoras de la nueva ley: "Es un avance para mejorar la percepción de la formación profesional", compartía el catedrático de Pedagogía Social Xavier Ucar, conjuntamente con el subdirector de Programas de Formación del Consorcio para la Formación Continua de Cataluña, Àlex Lobaco, y el director de Dincat, Víctor Galmés.
"Este acto también es un reconocimiento al rigor académico de nuestro alumnado", explicaba Ruiz de Gauna, antes de que se entregaran los premios a la excelencia, compromiso e innovación social de los alumnos del centro de formación. Las alumnas premiadas por la excelencia académica fueron Estibaliz Quiñoa y Carmen Muñoz. A su vez, Albert Plana y Ana Martín recibieron el reconocimiento por su memoria del curso de monitores y directores de tiempo libre educativo, respectivamente. Carla Wilson e Ikram Tachfin fueron las personas galardonadas por su expediente académico en los ciclos formativos, respectivamente, de Integración Social y Educación Infantil.