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21.03.23

La Fundación Pere Tarrés ha puesto en marcha este año, a través de su Centro de Formación, Consultoría y Estudios, dos Ciclos Formativos de Grado Superior, uno en Educación Infantil y otro en Integración Social; para conocer a fondo estas dos nuevas formaciones, hemos hablado con Rafael Ruiz de Gauna, director del área de Formación, Consultoría y Estudios de la Fundación Pere Tarrés:

¿Por qué se ha tomado la decisión de poner en marcha estos dos nuevos ciclos formativos?

La Fundación Pere Tarrés hace años (desde 1960) que forma a profesionales retribuidos y voluntarios para acompañar a personas en espacios de ocio educativo o de acción social, además de capacitar para la gestión de entidades. Lo hace con dos secciones: la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés-URL y el área de Formación, Consultoría y Estudios. Hemos querido mejorar y ampliar estas posibilidades con nuevas formaciones que enriquecen la oferta que ya teníamos. Además existe una nueva ley de Formación Profesional que tiene una mirada más integral de la formación reglada (los ciclos), ocupacional y continua (permanente), y que permite la conexión y el avance sea cual sea el punto de partida. Ahora sí: ¡prácticamente todos los itinerarios formativos, de ciertas especialidades de los servicios a las personas y la comunidad, se podrán hacer en nuestra entidad, desde un curso de premonitores hasta un máster universitario!

¿Qué necesidades piensa la Fundación que puede cubrir ofreciendo estas dos formaciones? ¿El contexto social y la secuencia de crisis vividas en los últimos años han influido en la demanda de estas áreas de formación?

Por un lado, existe una fuerte demanda de jóvenes y trabajadores/as por formarse en Ciclos Formativos, que ven oportunidades de una inserción rápida y de tener una formación reconocida. De hecho, el pasado verano los medios de comunicación se hicieron bastante eco de las listas de espera. Y, por otra parte, con la ampliación de la educación infantil a partir de los dos años en Cataluña, se incrementan plazas y se necesitan más profesionales, además del crecimiento de los servicios sociales y sociosanitarios (dependencia, salud mental, etc.) que requieren también integradores sociales. Nosotros ofrecemos una formación que además de tener una alta empleabilidad, ayudan a crecer a las personas en los valores que propone nuestra institución. Nuestra propuesta formativa está en contacto desde el primer día con entidades que trabajan en estos ámbitos. Por tanto, no tocamos de oídas, sino con conocimiento práctico. Para incidir en este aspecto, ofrecemos posibilidades a algunos alumnos de realizar Formación Dual o en alternancia.

¿Hay otras formaciones en la Fundación Pere Tarrés que se dirijan a cubrir estas necesidades del sector del acompañamiento y los cuidados?

Sí, tenemos otras formaciones que tienen sentido en sí mismas, pero más focalizadas, como es el caso de los Certificados de Profesionalidad, reconocidos por la Conselleria de Treball en áreas de dependencia, necesidades educativas especiales, mediación, gestión cultural o dinamización comunitaria, que tendrían, en parte, unidades de estos Ciclos. También tenemos los cursos de Monitores/as y Directores/as, y un gran abanico de formaciones breves, específicas, en diversas modalidades (presencial, online, teleformación, etc.).

Evidentemente, también ofrecemos los Grados de Educación Social y Trabajo Social en nuestra Facultad, así como titulaciones de Expertos y Másters, que hacen posible una capacitación más sólida y sistemática para el acompañamiento socioeducativo y de la acción social.

¿Qué diferencia existe entre unos estudios de integración social y unos estudios, por ejemplo, de educación social o de trabajo social? ¿Cuál es el papel del integrador/a social en el marco laboral?

Las vías de acceso, en parte, son coincidentes, como a través del bachillerato, pero existen otras propias en el campo de la Formación Profesional. Normalmente, los propios alumnos ya distinguen bien que un Ciclo y un Grado Universitario no son lo mismo. Las exigencias académicas son diferentes, y por la duración de los ciclos (dos años), estos permiten una inserción laboral más rápida, si bien las competencias profesionales adquiridas en este caso son más prácticas. Ahora bien, muchos alumnos de Ciclos comienzan esta etapa formativa con la idea de que, si les gusta, continuar después con un Grado. En este sentido, nuestra Facultad ofrece unas condiciones especiales para los alumnos que quieran realizar este tráfico.

Respondiendo a la segunda parte de la pregunta, los convenios laborales y la definición de los servicios que determina la Administración pública sí fija quién puede trabajar en cada función y responsabilidad, si bien existen algunos espacios que no están suficientemente definidos. Por lo general, podemos decir que el educador social tiene más responsabilidad, planifica, dirige, y también ejecuta, mientras que el integrador social está en un equipo ejecutor, principalmente.

Vemos cómo cada vez desde la Administración se hace una apuesta más decidida por democratizar la educación en etapa infantil, como por ejemplo con la decisión de hacer el I2 gratuito. ¿Qué puede implicar esta tendencia a futuro por los profesionales de la educación infantil? ¿Qué papel van a jugar?

En la mayoría de países de nuestro entorno existe un alto consenso sobre la importancia de la etapa 0-3 años, en la que es necesario ofrecer oportunidades educativas a los niños y niñas, además de ayudar a las familias a poder conciliar. Conscientes de esa prioridad, las Administraciones dedican cada vez más recursos públicos, y también privados. Seguramente esta decisión de impulsar I2 (Infantil de 2 años) creará o consolidará nuevos puestos de trabajo, que podrán ser cubiertos por educadores infantiles, junto con maestros de estas edades.

¿Cómo se tienen en cuenta en estas nuevas formaciones las necesidades educativas especiales de algunos niños?

En el currículum de los dos nuevos Ciclos Formativos existen unidades formativas (materias) dedicadas a entender y atender esta diversidad específica y a intentar darles respuesta. Estamos en contextos sociales y educativos en los que la inclusión y las oportunidades enriquecedoras para todas las personas son cada vez más importantes.